La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha estimado parcialmente el recurso de apelación presentado por un condenado por la Audiencia Provincial de Salamanca como autor de un delito de agresión sexual y otro leve de lesiones a una compañera de clase.

La resolución, dictada tras revisar el fallo de primera instancia fechado el 17 de octubre de 2024, modifica la pena principal de prisión, que pasa de seis a cuatro años.

El tribunal mantiene, no obstante, el resto de los pronunciamientos de la sentencia, como la multa por el delito leve de lesiones, la indemnización a la víctima, -que asciende a un total de 9.201 euros por daño moral, días de curación y secuelas-, así como la prohibición de aproximarse a la denunciante durante un periodo de seis años adicional a la condena, y la imposición de la medida de libertad vigilada.

Asimismo, se imponen al condenado las costas de la primera instancia, mientras que las correspondientes a esta apelación han sido declaradas de oficio. Contra la sentencia del Tribunal Superior aún cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

LOS HECHOS

Los hechos ocurrieron la noche del 4 de junio de 2021, durante una celebración universitaria en Salamanca. Una joven, afectada por el consumo de alcohol, aceptó la invitación de un compañero mayor de edad para pasar la noche en su domicilio, al no tener otro lugar donde quedarse.

Una vez en la vivienda, el acusado intentó besarla en el ascensor, siendo rechazado. Ya en el interior del piso, ambos entraron en una habitación con la idea inicial de que ella durmiera en la cama y él en el sofá. Sin embargo, el acusado, guiado por un deseo sexual, comenzó a agredirla pese a su negativa expresa.

Durante el episodio, la joven fue desnudada parcialmente, golpeada en la cara y espalda, forzada a una práctica sexual oral no consentida y posteriormente agredida con una fusta en varias partes del cuerpo, incluida la zona genital. Aunque pidió reiteradamente que cesara, el acusado persistió en la agresión. Finalmente, ella se hizo la dormida para que terminara el ataque.

A la mañana siguiente, la víctima abandonó el domicilio con síntomas físicos de malestar. Posteriormente, se le diagnosticaron lesiones leves y una agravación de un trastorno psíquico preexistente como consecuencia de los hechos