En las notarías de la provincia de Salamanca se autorizaron 2.547 testamentos durante el primer semestre de 2025, según los datos del Consejo General del Notariado. Esta cifra mantiene estable la tendencia de los últimos años, en los que se firman en torno a 40.000 testamentos anuales en toda Castilla y León, de los cuales una parte importante corresponde a la provincia salmantina.

Salamanca ocupa el cuarto puesto en número de testamentos dentro de la Comunidad, por detrás de Valladolid (3.813), León (3.508) y Burgos (2.850). Le siguen Palencia (1.338), Zamora (1.332), Ávila (1.326), Segovia (991) y Soria (612).

En conjunto, Castilla y León es la sexta comunidad autónoma española con mayor número de testamentos autorizados cada año, solo superada por Cataluña, Andalucía, Madrid, la Comunidad Valenciana y Galicia. En términos relativos, se registraron 168 documentos por cada 10.000 habitantes en 2024.

Los notarios recuerdan que hacer testamento es un procedimiento rápido y asequible, recomendable a cualquier edad. Basta con acudir con el DNI a una notaría, donde se ofrece asesoramiento jurídico gratuito para adaptar la voluntad del testador a la ley. El coste medio de un testamento ante notario oscila entre 40 y 50 euros.

El testamento permite dejar claras las últimas voluntades, designar herederos, tutores o albaceas digitales —encargados, por ejemplo, de cerrar cuentas en redes sociales— y evitar conflictos familiares o trámites más complejos tras el fallecimiento.

Heredar sin testamento, un proceso más complejo

Cuando una persona fallece sin haber hecho testamento, se inicia un procedimiento denominado declaración de herederos abintestato, regulado por el Código Civil. Este trámite requiere acudir al notario con varios documentos y la comparecencia de dos testigos que conozcan a la familia del fallecido y no tengan interés directo en la herencia.

Los procedimientos de herencia con testamento casi cuadruplican a los abintestato, lo que demuestra que cada vez más ciudadanos optan por dejar organizada su sucesión.

Por último, los notarios recuerdan que la desheredación solo es posible en casos muy concretos, como el maltrato físico o psíquico del hijo al progenitor o la negativa a prestarle alimentos, tal como recoge la ley.