El equipo de Bellido, irregular en ataque pero firme atrás en la segunda mitad, resolvió un duelo más complejo de lo previsto gracias al liderazgo de Garrido (80-63)
El Salamanca Rugby demuestra su gran nivel ante Arroyo
El XV salmantino endosó un abultado 44-0 a su rival
Llevaba Héctor García y su cuerpo técnico dos semanas preparando el partido frente al rival más incómodo para el Salamanca Rugby en los últimos años. Necesitaban salir del juego cerrado y lento de Arroyo para poder obtener una victoria tranquila y la primera parte fue el claro reflejo de ese trabajo.
Las ideas estaban claras: abrir el balón a la línea de tres cuartos y hacer correr al rival, alejando el juego de la potente y experimentada delantera arroyana. Y así fue. Superioridad en la posesión y en el territorio, que supuso el primer ensayo a los 10 minutos de Pepiño, y que se continuó en todo el primer período con tres ensayos más antes del descanso (27-0).
Una primera parte en la que el conjunto local llevó la iniciativa en ataque, no cometía errores a la mano y presionaba el juego rival, que se vio desbordado. La segunda parte comenzó como acabó la primera, con unos minutos de dominio local rematados con otro ensayo convertido. Pero a partir de ahí, la relajación charra o la intensidad del Arroyo, cambiaron el partido. Los visitantes consiguieron imponer su delantera, el juego lento y cerrado que les gusta, y dominar el partido. Ahí empezaron los nervios habituales que sufren los salmantinos ante este equipo: faltas de indisciplina, errores y expulsiones.
Por suerte esta vez pudieron frenar las acometidas visitantes y éstos no pudieron estrenar el marcador. Un ensayo más y un golpe pasado a palos redondearían el resultado hasta el 44-0 final. Claramente el Salamanca Rugby Club fue superior en todo el partido, tras demostrar que es perfectamente capaz de controlar y decidir el ritmo de un partido, anotando y disfrutando, algo que se había intuido en partidos anteriores pero sin tanta claridad.
No obstante, el cuerpo técnico recalca la importancia de mejorar en el aspecto mental, control de la indisciplina y del manejo de los momentos de sufrimiento. Segunda victoria de la temporada, con bonus ofensivo, que permite mantenerse al equipo en el grupo de cabeza, a sólo dos puntos de los líderes.
Un inicio arrollador, el talento de Mini Súper y la fiabilidad de José sellan una victoria convincente en el Alfonso San Casto
Un gol de Keita antes del descanso decide un duelo intenso ante un Diocesanos que nunca logró incomodar del todo
El filial blanquinegro dominó más de una hora, perdonó el 0-2 y acabó cediendo en los minutos decisivos con dos expulsiones








