El homenaje se celebrará en el descanso del duelo ante Estudiantes, en un Würzburg rebautizado como Silvia Domínguez, símbolo absoluto de la mayor leyenda del club
Unionistas y la televisión de la Primera RFEF, la incógnita de todos los veranos
Tras romperse el último contrato, la RFEF fijó un nuevo precio de reserva y en breve se sabrá si alguna plataforma se interesa
Apagados ya los ecos de la temporada 2022-2023 los clubes ya trabajan en la siguiente campaña con más o menos velocidad. En el caso de Unionistas en el apartado deportivo todo está en aparente 'stand by' hasta que se resuelva la duda de quien será el director deportivo para de su mano construir el nuevo proyecto. Su nombre es una incógnita como muchas son las dudas que se darán a partir de su nombramiento empezando por la continuidad o no de Ponz, que tiene un año más de contrato pero ya se sabe que en estos casos lo fundamental es que haya sintonía con quien llegue de nuevas. No parece quedar mucho para que esas incógnitas empiecen a resolverse poco a poco pero hay otra muy importante que seguramente tarde más y que es fundamental para Unionistas y también para otros clubes: quién se hará con los derechos telesivos y aportará el canon que pide la RFEF.
Sin una televisión tradicional que puje, el 'streaming' ha sido la solución las últimas campañas con diferentes empresas y operadores y ahora se busca una nueva opción.
La Federación ha fijado un precio de reserva de siete millones de euros durante tres años -menos de la mitad de los 15 millones que solicitaba el año pasado también por tres campañas- por una propuesta que aglutina todos los partidos y los de play off de ascenso.
Si no se hubieran recibido ofertas que lleguen a esa cifra la RFEF podría elegir la puja más alta -algo que está ya estudiando tras cerrarse el plazo-, o volver a abrir el plazo de propuestas.
La temporada pasada, y después de muchas semanas de espera las dudas se mantuvieron hasta bien avanzado agosto -faltaba una semana para el primer partido-, cuando fue InSports TV la que acabó haciéndose con un contrato que inicialmente trianual. En lo económico no satisfacía lo que buscaba la Federación que encima se vio obligada a compensar los clubes por no alcanzar los ingresos mínimos que se habían prometido -el número de suscriptores no llegó a la expectativas seguramente exageradas de la plataforma-, así que finalmente en enero planteó la ruptura del contrato y todo ha vuelto a empezar para abrir una nueva incógnita que veremos cuánto tarda en resolverse.








