El joven salmantino que impulsa por el mundo el proyecto de inteligencia artificial capaz de detectar robos al instante y por movimientos

Pablo Blanco Poveda es joven y charro. Guiado por el ansia de vivir experiencias fuera de su ciudad natal y de crecer tanto personal como profesionalmente, se marchó fuera de España, pasando por Reino Unido y llegando a Francia, donde promueve internacionalmente la inteligencia artificial. ¿En qué se basa este proyecto pionero y cuál es su papel? 

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El joven salmantino que impulsa por el mundo el proyecto de inteligencia artificial capaz de detectar robos al instante y por movimientos
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Precisamente, localizado en París se ha convertido en uno de los mayores representantes y caras visibles del proyecto de inteligencia artificial cuyo objetivo principal consiste en detectar robos de manera automática, recibiendo el encargado, agente de seguridad o trabajor del establecimiento una notificación en cuando se reconozca el citado gesto asociado al hurto. Veesion emerge como la única empresa dentro del mercado capaz de ofrecer este servicio, reduciéndose su competencia a guardias de seguridad, alarmas o cámaras. 

 

La empresa se crea en 2018 y desde 2021 vende el producto dentro de Francia. Gracias a la gran acogida recibida dentro del país vecino, comienza a expandirse fuera del mismo, necesitando de nuevos trabajadores y es ahí donde aparece el salmantino. ¿Cuál es su papel? "Yo me encargo de comercializar el producto en España, soy el jefe y cuento con un equipo que trabaja en ello. Además, estamos empezando en Latinoamérica. Ahora mismo, se ha vendido en España más que en todos los países de la empresa juntos. No damos abasto. Queremos expandirnos lo máximo posible, precisamente por ser la única empresa que cuenta con este tipo de producto". 

 

 

En profundidad, ¿en qué consiste el producto? "Se conecta una especie de 'cajita' con el software dentro al router de internet de la tienda. Este router va conectado a un grabador que es donde están las cámaras de seguridad, de tal manera que analiza cada movimiento de los diferentes clientes y detectar los robos en tiempo real. A continuación, llega una notificación y se generan tres respuestas en función de la actuación: ladrón escapado, guardándose el vídeo un grupo con el conjunto de clientes que se han escapado de la tienda; nada relevante, cuando se detecta un posible movimiento de robo, pero al final se paga en caja; y ver más; que permite ver el vídeo completo, de 25 a 30 segundos, para ver el proceso entero y tener al posible ladrón localizado y porder pararlo", explica Pablo Blanco

 

¿Qué ocurre cuando hay varias personas en un mismo lugar? ¿Se analiza a todas? "Cuando hay varias personas como, por ejemplo, puede ocurrir con mayor frecuencia en un supermercado. Los analiza de uno en uno, a pesar de que se fundan los algoritmos y estén uno encima de otro. Mientras sea visto por la cámara se va a detectar", afirma. 

 

Los dueños no tienen constancia de cuánto les roban y cómo les roban

 

Las empresas con las que se trabaja son, sobre todo, farmacias, tiendas de cósmeticos, supermercados y, en general, pequeñas empresas, aunque ya comienza a trabajar con grandes entidades. ¿Cuál es el feedback que se recibe de las mismas en la actualidad? "Cada vez que se prueba en un establecimiento comienzan a detectar robos que no sabían que tenían. Realmente, los dueños no tienen constancia de cuánto les roban y cómo les roban. Hay muchos tipos de robo", señala. 

 

En cuanto a los tipos de robo, ¿el algoritmo se adapta? "Sí, sí, continuamente. Cada dos meses se manda una actualización con nuevos gestos en función de lo que se oberva. Por cada click el logaritmo va autoaprendiendo. Ahí está la 'magia'", señala entre risas. 

 

Como curiosidad, se roba mucho con carritos de bebé; en una tienda en España por supermercado se llegan a detectar entre diez y quince robos a la semana, mientras que los productos más demandados entre ladrones son de marcas caras. 

 

Como segunda curiosidad, sí, los jóvenes muchas veces deben salir no solo de una ciudad como Salamanca, sino de su país, para poder construir su futuro profesional. Una experiencia que, sin embargo, no sería posible sin perseverancia, sacrificio y mucha ambición por seguir creciendo. Pues eso, todo eso que dicen que la juventud no tiene. 

 

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