Entrenar, entrenar y entrenar. Esa ha sido la premisa que ha tenido en mente Jaime Lizana desde hace meses. El salmantino no ha dejado de buscar mejorar su técnica de kickboxing y su estado físico con sesiones largas y ejercicios de todo tipo, llegando incluso a realizar rutas de senderismo de manera continuada para llegar a su mejor nivel de forma. Todo con el World Kickboxing Championship en el horizonte.

El torneo mundial arranca este mismo viernes en Abu Dhabi y allí estará el luchador salmantino. No podía faltar a la cita de un deporte en el que no ha dejado de ganar títulos y poner su nombre, el de Salamanca y el de la Escuela Élite en lo más alto. Un reto que vuelve a ponerse para un campeonato donde habrá competidores de 84 países y 26 en su cuadrante de la categoría full contact -67 kg.

Desde este 21 de noviembre buscará pasar rondas en el cuadrante y alcanzar la final que está prevista para el día 30. Nueve días -si todo sale como él espera- donde tratará de demostrar todo su nivel sobre el ring. Para ello ha realizado "una preparación impecable tras varios campus de entrenamiento en Noruega, en Sierra Nevada con el equipo nacional y finalmente con el argentino Leo Corrales que vino un mes a prepararlo conmigo desde Argentina". 

La hoja de ruta tiene una única meta, como explica a Tribuna Salamanca: "Me siento como nunca y no nos conformamos con menos que con el oro. Serán unos días muy exigentes en los que hay que dar el peso todos los días e ir ganando las eliminatorias". Objetivo claro y que ya ha logrado en diversas ocasiones, pero que quiere volver a tener en su haber en forma de oro para seguir firmando páginas en la historia del kickboxing.