'Anatomía de un instante' de un diputado salmantino durante el 23-F: "vi entrar a Tejero pistola en mano"

El socialista José Miguel Bueno recuerda cómo vivió el 23-F en el Congreso: "me comí 4 páginas de una agenda de bolsillo con teléfonos de militares demócratas"

imagen
'Anatomía de un instante' de un diputado salmantino durante el 23-F: "vi entrar a Tejero pistola en mano"
Tejero, durante el 23-F. (Foto: RTVE)
El autor esDaniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
Lectura estimada: 5 min.

Este 20 de noviembre se estrenó la miniserie 'Anatomía de un instante', inspirada en el libro homónimo de Javier Cercas en el que novela el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Aquella tarde dejó imágenes y nombres propios para la historia, como el presidente del Gobierno Adolfo Suárez, el ministro de Defensa Manuel Gutiérrez Mellado o el rostro visible de la asonada, el teniente coronel Antonio Tejero. Su entrada en el Congreso pistola en mano y sus órdenes a los diputados ("se sienten, coño") forman parte de la memoria colectiva de una generación.

Un salmantino lo vio todo y experimentó su particular 'Anatomía de un instante' desde desde su escaño en la fila 8 del hemiciclo: se trata del entonces diputado socialista por Salamanca José Miguel Bueno Vicente. 

El 23-F "estábamos en la votación de Calvo Sotelo" como nuevo presidente del Gobierno, recuerda. "De los diputados por Salamanca, Alberto Estella, Salvador Sánchez Terán y Jesús Esperabé, el único que queda soy yo".

"Esto es un golpe de Estado"

"Allí estuvimos. Presenciamos la entrada de Tejero, pistola en mano, con sus guardias. Yo estaba en la fila ocho, al lado de Núñez Encabo, diputado por Soria y buen amigo. Al principio me dijo 'huy, estos deben ser de ETA, disfrazados de guardias civiles', y yo le dije que no, que ese era Tejero". Le conocía porque "me dedicaba a temas de defensa y seguridad en el Congreso y en el partido. Es Tejero, es un guardia civil. Esto es un golpe de Estado. Está clarísimo", rememora. "Inmediatamente lo intuí, porque Tejero ya había tenido varias intentonas, no era la primera".

El diputado alude a la 'Operación Galaxia', llamada así por una cafetería de Madrid, donde años antes "se reunieron unos cuantos, entre ellos Tejero", para supuestamente tramar una intentona golpista anterior al 23F. El mismo Tejero fue condenado a siete meses de prisión por aquello. Menos de un año después de aquel juicio, entró armado al Congreso. 

"Caí encima de Jerónimo Saavedra, el diputado que estaba a mi derecha, de Las Palmas, y Manuel Núñez Encabo, de Soria, que estaba a mi izquierda, pues acabó encima de mí. 

 Poco después de asaltar el hemiciclo, un guardia disparó una ráfaga con un fusil de asalto. "Todos nos echamos al suelo, bueno, todos menos Suárez, Carrillo y Gutiérrez Mellado""Caí encima de Jerónimo Saavedra, el diputado que estaba a mi derecha, de Las Palmas, y Manuel Núñez Encabo, de Soria, que estaba a mi izquierda, pues acabó encima de mí. Y allí estuvimos hasta que empezamos a levantarnos, porque Tejero dio orden de no disparar más, de alto el fuego y tal, pero todavía seguimos un rato ahí metidos en el suelo. Aquello fue terrible".

Eran las 19:00 horas y la incertidumbre planeaba sobre el Congreso. A los diputados les faltaban unas 18 horas para salir del edificio y nadie sabía qué podía estar pasando fuera.

"Nos lo fumamos todo"

 "Allí pasamos toda la noche. Saavedra solía proveerme de tabaco de Canarias, cuando fumaba, y esa ocasión me trajo un cartón y desapareció a lo largo de la noche. Nos lo fumamos todo, cuando se podía fumar en el Congreso. Yo dormí un poquito encima de mi brazo, en el escaño, un poco recostado. Dormí un par de horas. Además, no podíamos hablar. Hablábamos bajito con los vecinos, nada más", explica.

Los guardias sólo les dejaban ir al servicio "y además había que pedir permiso" al que estuviera patrullando por el pasillo. José Miguel Bueno Vicente aprovechó una de las salidas al baño para entrar en un escusado, cerrar la puerta y comerse "tres o cuatro páginas de una agenda de bolsillo" donde tenía "como 60 o 70 números de teléfono de militares demócratas. Yo me dedicaba a la defensa y teníamos muchos contactos de militares demócratas, entonces había militares demócratas y militares no demócratas, ahora ya no se puede hablar de lo mismo, ahora hay militares exclusivamente, pero entonces me lo comí para que no cayeran en manos de los guardias, por si acaso nos registraban, para que no se hiciesen con ellas". Nadie sabía si el golpe triunfaría y más valía prevenir que curar. 

Un guardia me dijo: "son órdenes, son órdenes, a mí me han dicho que viniera y aquí estoy, no sabía nada"

En otras de sus visitas, incluso habló con un guardia "un chico joven", y le preguntó que por qué estaban allí "y me dijo, no, hombre, son órdenes, son órdenes, a mí me han dicho que viniera y aquí estoy, no sabía nada. Eso me dijo el guardia, sí, sí, eso me dijo".

La 'noche de los transistores'

El diputado por Salamanca recuerda la inquietud de la madrugada porque "no sabíamos nada de fuera, no estábamos informados de lo que pasaba fuera, en absoluto" y había cierto temor a que la asonada cristalizase. Tampoco probaron bocado. "Quisieron darnos bocadillos, pero nos negamos. Hacia las 12 o la 1 de la noche nos negamos a comer nada".

Cuando los guardias civiles comenzaron a relajarse y a perder la marcialidad "porque también estaban muy cansados", los diputados empezaron a plantearse que quizá el golpe estaba fracasando.

La primera información que tuvimos fue de un diputado de UCD que llevaba una radio pequeñita y que en un momento dado la puso, con mucho cuidado

La 'autoridad militar competente' pregonada por Tejero jamás se presentó en el Congreso y España vivió la 'noche de los transistores' con el corazón en un puño. "La primera información que tuvimos fue de un diputado de UCD que llevaba una radio de estas pequeñitas y que en un momento dado la puso, con mucho cuidado, y ya empezó a saberse por el hemiciclo lo que pasaba fuera, pero eso fue al día siguiente", en torno a las 9 de la mañana del 24 de febrero.  

"Me tomé un whisky. Y luego desayuné" 

A las 11:00 todo había acabado. Los diputados dejaron el edificio "muy contentos" y de uno en uno. "Había 4 o 5 guardias formando, en fila. Eso fue un poco humillante. Y Tejero estaba en la puerta, digamos muy serio, viéndonos pasar". Bueno Vicente comenta que durante la madrugada Tejero "entró una vez al hemiciclo, pero muy poco. Se asomó a la puerta, entró un poquito al hemiciclo y luego se fue y no volvió a entrar más".

Una vez en la calle, acompañado por su amigo Núñez Encabo, el diputado salmantino fue al hotel Palace a llamar a su mujer. Los teléfonos del Parlamento estaban bloqueados "y el primero que pescamos fue el del Palace". Después de eso, se tomó un whisky. "Necesitaba un whisky. Y luego desayuné".

El colofón a una noche para la historia, la inolvidable anatomía de un instante. 

3 Comentarios

* Los comentarios sin iniciar sesión estarán a la espera de aprobación
usuario anonimo 11/21/2025 - 5:19:06 PM
El 23f sí que fue un golpe de estado. Compararlo con lo del fiscal es de broma. Si lo hizo que lo pague
0
usuario anonimo 11/21/2025 - 10:39:11 AM
si mal fue el golpe de ayer peor son los que augura el futuro, y sobre todo la ignorancia del pasado,cuando empiecen con los cristales rotos en todos los sentidos y sobre todo las mujeres ya veremos y luego solo quedara ````ahora vienen a por mi y no hay quien me salve´´´´´´
0
usuario anonimo 11/21/2025 - 7:53:55 AM
Ayer se dió otro golpe de estado a la democracia por parte del supremo. Mal día para la democracia.
0
Mobile App
X

Descarga la app de Grupo Tribuna

y estarás más cerca de toda nuestra actualidad.

Mobile App