La reordenación del tráfico anunciada por el Ayuntamiento de Salamanca ha despertado preguntas entre los conductores y también valoraciones entre algunos colectivos de la ciudad, como la Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio. Esta agrupación vigila con celo cualquier intervención en el recinto histórico de Salamanca y la decisión adoptada por el Consistorio les genera algunas dudas en lo que atañe a la conservación patrimonial.

Su primera declaración, no obstante, es para felicitar al Consistorio por su "intención de mejorar la seguridad de los peatones o procurar dañar menos al patrimonio, porque de alguna forma se reconoce todo ello, y también hay que reconocer el atrevimiento a realizar modificaciones en la ordenación del tráfico, puesto que siempre conllevan quebraderos de cabeza, pero, en esta ocasión, ha sido "muy estudiada y calculada", según han dicho", en referencia a las valoraciones efectuadas desde el Ayuntamiento.

Calle Rosario

Sin embargo, dudan de cómo esas buenas intenciones se van a plasmar en la realidad. A su juicio, los cambios aprobados en la circulación del tráfico no aumentan la protección monumental porque "solo se deja de dañar con autobuses a los monumentos de la Calle San Pablo y con coches al Puente de Soto", pero se mantiene "la circulación de autobuses bajo el Puente de Soto se mantiene y, además, se instaura por la Calle Rosario".

El mayor problema, insisten, es el efecto del tráfico, entendido este como "contaminación, ruido, vibraciones, golpes, etc", en el patrimonio. Consideran alejar los coches del patrimonio "debe entenderse como una buena noticia", pero también consideran que con esta reordenación "únicamente se evitará el paso de autobuses urbanos y metropolitanos por gran parte de la Calle San Pablo -no por el Puente de Soto- y éstos serán llevados a toda la Calle Rosario, pasando a escasos centímetros de viviendas y de la Iglesia de Santo Tomás Cantuariense, donde también hay otros monumentos".

Ambos puntos -la calle Rosario y la vecina Marquesa de Almarza- presentan, a su juicio, inconvenientes e incluso "peligrosas" para los peatones. Las aceras de la calle Rosario a la altura de la iglesia de Santo Tomas son "inadecuadas aún para el tránsito de una sola persona" por su estrechez y es "precisamente" en esos puntos donde se verá incrementada "la circulación general de todo tipo de vehículos. Habrá que comprobar que efectivamente se ha estudiado bien que no se producirán atascos a la altura de la iglesia románica en 'horas punta' y con muchos metros de automóviles estacionados".

El Puente del Soto

Respecto a los cambios en el Puente del Soto, consideran que, para el patrimonio, "más importante" que "evitar el paso de automóviles bajo el Puente de Soto es evitar el de autobuses del servicio público, discrecionales -de grandes dimensiones- y furgonetas o camiones". El Consistorio, sin embargo, insistió ayer en que sólo los buses tendrán permitido el paso bajo el citado puente.

En este sentido, los patrimonialistas opinan que la reordenación "está motivada" para "enmendar el error" del "peligroso giro" de la Juan de la Fuente a la calle San Pablo, donde deberían "restituirse" las aceras de la Plaza de Colón y frente al acceso al Torreón de los Anaya.

¿Futuras actuaciones?

Defensa del Patrimonio confía en que esta actuación sirva como "previa" de otras decisiones "encaminadas a evitar la entrada de estos grandes autobuses en el centro de la ciudad con un concepto avanzado e integrador de los diferentes servicios y modalidades -existentes y por incorporar- dentro de una planificación verdaderamente sostenible de la movilidad en el ámbito urbano y metropolitano de Salamanca".

Finalmente, creen que estás medidas van dirigidas "de forma muy inicial" a una futura y "pendiente desde hace décadas" semipeatonalización del puente de Enrique Estevan ampliando sus aceras y dejando un único carril de circulación en sentido sur, algo que redundaría en "su conservación"; y también a una venidera ampliación de la Zona de Bajas Emisiones "a aquellos lugares o calles donde está la contaminación, caso de la Gran Vía".