Cambios importantes en el tráfico rodado de Salamanca. El Ayuntamiento ha anunciado que varias calles de la ciudad cambiarán de sentido para facilitar el tránsito de vehículos e incrementar la seguridad de los peatones. Según el concejal de Tráfico, Ángel Molina, se trata de una reordenación "muy necesaria para la ciudad" y de una intervención "demandada, calculada y estudiada" durante meses por los técnicos municipales. "Ha sido un encaje de bolillos".

Todas las intervenciones se acometerán en el entorno de Gran Vía, San Pablo y Canalejas. Según las estimaciones del Ayuntamiento, los cambios entrarán en vigor dentro de dos meses, aproximadamente, cuando terminen las obras de adecuación de los entornos.

Cambios de sentido

La primera modificación afecta a Arroyo de Santo Domingo y el Puente del Soto, que cambia de sentido para los autobuses urbanos e interurbanos. Hasta ahora, estos vehículos tenían que girar por Juan de la Fuente e incorporarse a San Pablo a la altura de la Torre de los Anaya, en un giro muy cerrado y que prácticamente 'rozaba' con la Torre. Con la modificación aprobada por el Consistorio, podrán pasar por debajo del Puente del Soto, seguir por Arroyo de Santo Domingo -junto a la iglesia del Carmen de Abajo- y acceder a Rector Esperabé. Esta modificación, insistió el edil, sólo se aplicará a los autobuses. 

La entrada a San Pablo y Gran Vía desde Rector Esperabé, por tanto, se convertirá en una calle de dirección prohibida. Los buses que hasta ahora accedían a Gran Vía girando a la izquierda a la altura del hotel San Polo tendrán que hacerlo a partir de ahora desde la calle Rosario, que también cambia de sentido. 

Es el segundo gran cambio que se avecina para el tráfico de Salamanca. La calle Rosario invierte su sentido para absorber el transporte urbano desde Canalejas a la Gran Vía. Los autobuses urbanos y metropolitanos, en lugar de entrar por Arroyo de Santo Domingo, lo harán por la calle Rosario en un giro a la izquierda desde Canalejas que estará únicamente permitido para estos servicios públicos. Según el edil, "se habilitará un tercer carril para hacer un giro que se regulará mediante un semáforo dotado con un sensor que únicamente se pondrá en verde cuando llegue un autobús, lo que incrementará notablemente la fluidez en el paseo de Canalejas".

El tercer y último cambio de sentido atañe a Marquesa de Almarza, que se convertirá en calle de entrada desde la Gran Vía.

Giro en Sancti-Spiritus

El concejal Ángel Molina ha adelantado que estas modificaciones incrementarán el tráfico en Canalejas, pero confía en que la circulación será "más fluida" gracias a que los semáforos estárán más tiempo en verde a la inversión de la calle Rosario.

Los buses que vayan en sentido norte incrementarán su recorrido en 470 metros. Esa pérdida de tiempo "se ganará en la Gran Vía, donde se reducirá de forma significativa la circulación". Para compensar, se habilitará un giro a la izquierda desde Sancti-Spiritus a Gran Vía, "algo que actualmente está prohibido".

El Ayuntamiento señala que las obras de los últimos años han servido de 'banco de pruebas' para calcular el flujo de coches y su comportamiento. Molina ha pedido paciencia a los ciudadanos para adaptarse a estos cambios que resultarán "muy beneficiosos para conductores, peatones, y usuarios del bus".

Actuaciones en el entorno del Puente del Soto

El concejal de Fomento, Fernando Carabias, ha detallado las actuaciones de obra civil que habrá que realizar para permitir el giro de los autobuses urbanos y metropolitanos en la calle Arroyo de Santo Domingo desde la Gran Vía y reducir el riesgo de atropello bajo el puente del Soto.

En concreto se van a realizar cuatro actuaciones. La primera, para retranquear el bordillo de la isleta que hay en la glorieta de Concilio de Trento frente al convento de las Dueñas. De esta manera, los autobuses podrán acceder sin problemas a la calle Arroyo de Santo Domingo. Al mismo tiempo, se ampliará esa isleta hacia la acera para impedir el paso de los peatones bajo el puente del Soto.

La segunda actuación consiste en eliminar el tramo de acera que hay desde el paso de peatones de la calle Rosario y que lleva a engaño a muchos peatones que piensan que pueden pasar debajo del puente. Este espacio se incorporará a la zona ajardinada ya existente.

La tercera implica la eliminación del saliente del bordillo que hay debajo del puente del Soto y el vallado de la zona ajardinada para que nadie pueda invadirla para pasar por ahí.

Y por último se ampliará el espacio de giro desde la calle Buenaventura hasta la calle Arroyo de Santo Domingo.