Un error defensivo acabó por romper los planes de Unionistas de Salamanca en Espiñedo. El equipo empezó con dudas, tuvo después momentos de peligro y, finalmente, acabó apagado y doblando la rodilla ante un Arenteiro que aprovechó un pase filtrado que sorprendió a la defensa charra para celebrar el 1-0. Llegó en el 51' y fue más que suficiente para acabar de apagar a un equipo que lo intentó, pero que vio como cualquier esperanza se desvanecía en el 98' con un mano a mano de Pere Marco que mandó al cuerpo del portero.

Unionistas quería dejar atrás los problemas de la primera jornada y con varios cambios significativos en el once esperaba poder hacerlo en casa del Arenteiro, pero no pudo ser. Los salmantinos empezaron espesos, al contrario que el rival, y el inicio fue una presión constante de los gallegos a la zaga visitante que, eso sí, no sufrió en demasía. 

Olmedo comenzó a mandar en Unionistas desde el lateral derecho, liderando al equipo y generando ventajas a sus compañeros, pero el Arenteiro mantuvo el pulso y el primer disparo fue de Jordan con una ocasión que se fue directamente fuera al buscar el palo largo. Los ataques gallegos siguieron y Gorjón tuvo que sacar una pelota en la línea del área pequeña tras un centro desde la derecha, unos instantes donde Unionistas no se encontraba y donde tuvo que sufrir.

La presión fue constante y Unai lo ejemplificó en el 25' al tener que lanzarse a taponar un disparo de Richarte después de ganar la espalda a De Bustos y Farru. Fue un punto de inflexión para Unionistas, ya que pareció despertar y el partido se volvió un toma y daca constante. Intentos desde ambos bandos que quedaron en nada y que mantuvieron el 0-0 al descanso.  

Pero la igualdad duró poco. En concreto, seis minutos. Ese fue el tiempo que pasó de la segunda parte hasta que Mingo recibió un gran pase filtrado de Richarte que lo dejó solo ante Unai. La defensa no pudo detectar al futbolista y este batió a Unai con un disparo que se convirtió en el 1-0. El gol supuso un mazazo duro para Unionistas, un golpe que afectó al equipo, incapaz de reaccionar.

Unionistas encontró un tiempo para tomar aire con la lesión de Llácer. El futbolista valenciano tuvo que salir en camilla tras sufrir una luxación de hombro y el cuadro de Oriol Riera tuvo unos minutos para reponerse mentalmente. El entrenador blanquinegro aprovechó para hacer cambios y tratar de que los suyos reaccionasen, pero el estímulo tardó en surtir efecto.

Los visitantes se estiraron y comenzaron a tener más presencia en campo rival, gozando de un cabezazo de De la Nava que atrapó el portero y la más clara en el 98', cuando Pere Marco se encontró solo ante Diego García y mandó la pelota directamente al cuerpo del guardameta. Ahí quedó cualquier esperanza. La derrota se confirmó y Unionistas se despidió de la casa del Arenteiro sin ningún punto.