El Papa León XIV y Salamanca: un agustino salmantino traza el perfil del nuevo pontífice

El agustino Carlos Alonso conoció a Robert Prevost en El Escorial y le define como una persona "tremendamente sencilla" y con "una paciencia infinita"

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El Papa León XIV y Salamanca: un agustino salmantino traza el perfil del nuevo pontífice
El entonces obispo Robert Prevost y el agustino salmantino Carlos Alonso.
El autor esV.T.P.C
V.T.P.C
Lectura estimada: 3 min.
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La elección del papa León XIV, el pasado 8 de mayo, fue recibida con especial alegría en la Orden de San Agustín, a la que pertenece desde su juventud el nuevo pontífice, Robert Francis Prevost. Su nombramiento tuvo también un eco particular entre los agustinos de España, donde ya era bien conocido por su servicio como Prior General de la Orden entre 2001 y 2013.

Uno de ellos es el salmantino Carlos Alonso, actual prior de la comunidad de San Manuel y San Benito en Madrid, consejero provincial de los agustinos, juez del Tribunal de la Rota Española y profesor de Derecho Canónico en la Universidad Pontificia Comillas. Desde su vivencia personal, traza un perfil del nuevo pontífice, recogido por el Servicio Diocesano de Comunicación. 


Encuentro en El Escorial

 

El prior Carlos Alonso recuerda con claridad su primer encuentro con Prevost: "yo conocí al papa León XIV cuando él estaba en su visita de renovación a los Agustinos de España. Recuerdo muy bien que nos encontramos en el Monasterio de El Escorial, donde él estaba hospedado precisamente en una habitación donde también había estado anteriormente Benedicto XVI".

Aquel encuentro dejó una huella significativa: "Allí, entre las cosas que pudimos hablar, él manifestaba su intención de abrir una nueva comunidad en Cuba, recuperar la presencia de la Orden en Cuba". Para el religioso salmantino, aquellas palabras revelaban ya un rasgo fundamental del nuevo papa: "era un signo claro de su espíritu misionero".

El tiempo confirmó aquella visión misionera. Como ha señalado el obispo de Holguín (Cuba), Emilio Aranguren, fray Prevost (entonces Prior General) jugó un papel decisivo en el retorno de los agustinos a Cuba. Fue en un encuentro en Roma en 2005, junto al cardenal Jaime Ortega, cuando se gestó la invitación formal a la Orden para regresar a la isla, de donde los agustinos habían sido expulsados en 1961. La respuesta no se hizo esperar: en 2006 los agustinos se establecieron en Ciego de Ávila, más tarde en Puerto Padre (Holguín) y, finalmente, en La Habana. La presencia agustina, instaurada en Cuba desde 1588, regresaba a la isla.

Después, el hoy papa León XIV visitaría dos veces a los agustinos en Cuba, en 2008 y 2011. En ambas, "dejó una huella de sencillez, de cercanía, de gozo al ver cómo sus hermanos estaban evangelizando y sirviendo el amor de Dios en medio de una realidad tan necesitada", según recuerda Aranguren en una entrevista reciente concedida a Vatican News.

 

"Una paciencia infinita"

 

Esa misma impronta es la que reconoce el padre Carlos Alonso al describir el carácter del nuevo pontífice: "si tuviera que definir en dos palabras cómo es su personalidad, diría que es una persona tremendamente sencilla. Esta vocación de sencillez, de huir de los focos, no es incompatible con una profunda eficiencia en sus actuaciones". A esto añade otro rasgo muy característico de él: "es una persona que escucha, escucha a todas las personas" "tiene una paciencia infinita, y esto hace que las personas con él se sientan acogidas".

Además de haberle conocido personalmente al entonces Prior General, pudo comprobar de cerca los frutos del retorno a Cuba, donde mantienen su presencia en Chambas (provincia del Ciego de Ávila) y La Habana, "con tres religiosos en cada comunidad".

En Chambas, una zona rural de la provincia de Ciego Ávila, los agustinos atienden "una parroquia que abarca numerosas capillas repartidas por distintos puntos", lo que implica constantes desplazamientos. "Ahora mismo, que no hay gasolina, se desplazan en bicicleta", señala el salmantino, resaltando la entrega de sus hermanos. En La Habana, además de la atención parroquial, los religiosos colaboran en el Instituto de Estudios Eclesiásticos Padre Félix Varela, donde algunos imparten clases de Filosofía.

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