Un cuento de princesas se cuela en la planta de Pediatría del Hospital de Salamanca

Una boda de ensueño en miniatura lleva ilusión y ternura a los niños ingresados, gracias a un proyecto solidario que transforma cada estancia hospitalaria en una experiencia más humana

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El autor esTamara Navarro
Tamara Navarro
Lectura estimada: 2 min.

En una esquina brillante del Hospital Universitario de Salamanca, donde los días pueden volverse largos y las esperas eternas, ha florecido una nueva chispa de fantasía. Esta semana, el diorama de la planta de Pediatría ha cambiado de escenario, como lo hace periódicamente. Pero esta vez, no se trata solo de juguetes, ni de colores, ni de una simple distracción. Esta vez, se ha abierto un cuento de hadas en miniatura, con un 'Enlace Nupcial' digno del reino de las princesas.

La escena, construida con minucioso detalle, es un oasis de dulzura en medio de la rutina hospitalaria. En ella se despliega una boda encantada, rodeada de pequeñas figuras, vestidos vaporosos, flores de fantasía y miradas cómplices. Cada objeto, cada color, ha sido colocado con mimo por Manuela, colaboradora del proyecto, y Ángel, secretario y alma incansable de esta iniciativa.

 

 

"Queríamos hacer algo especial pensando en las niñas, que también merecen su ratito de ilusión", explican con esa mezcla de humildad y firmeza que sólo tienen quienes trabajan por amor. Aunque lo cierto es que estos dioramas no tienen edad ni género: los disfrutan los niños, las niñas... y también los adultos que los acompañan. Porque la fantasía, como el arte, es una lengua universal.

Desde hace años, esta vitrina mágica se ha convertido en un punto de encuentro entre la imaginación y la esperanza. Cambia de temática cada cierto tiempo, como las estaciones, y con cada montaje nuevo trae un pedacito de mundo exterior al interior del hospital. Su propósito es sencillo y a la vez poderoso: regalar un momento bonito. Un respiro. Un suspiro de alegría en medio de lo incierto.

La existencia de esta pequeña maravilla no sería posible sin una red silenciosa pero firme de colaboradores que creen en el poder del detalle. Feltrero cede altruistamente la vitrina, sin la cual nada de esto podría sostenerse. Juguetería El Barato aporta materiales, igual que Castellana de Publicidad, siempre dispuesta a decir "sí" a cualquier idea luminosa. Y Asadina Animación, que responde a cada llamada como si fuera una fiesta, aunque la fiesta sea resistir.

 

 

Hay también héroes en la sombra, que apoyan con materiales, con tiempo, con cariño. Todos ellos se entrelazan en un mismo propósito: que el hospital no sea sólo un lugar de diagnósticos, sino también de pequeñas victorias emocionales.

En el fondo, este diorama es mucho más que una escena con figuras. Es un símbolo. Un recordatorio de que la belleza y la ternura caben en los lugares más inesperados. Que, incluso en un hospital, pueden suceder cosas bonitas. Que los niños -y no tan niños- merecen momentos que les hagan sonreír, soñar, evadirse.

Y así, entre batas blancas y pasillos silenciosos, la magia sigue viva, encerrada en una vitrina que no necesita abrirse para tocar el corazón de quien la mira.

3 Comentarios

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usuario anonimo 5/26/2025 - 11:42:46 AM
Enhorabuena a los responsables. Seguro que arrancaron muchas sonrisas
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usuario anonimo 5/26/2025 - 11:42:30 AM
Pues qué cosa más bonita. Más de estos proyectos tendría que haber.
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usuario anonimo 5/26/2025 - 9:48:29 AM
Enhorabuena colaboradores
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