El Ayuntamiento de Salamanca ha rechazado las 32 alegaciones a las ordenanzas fiscales presentadas por distintos grupos políticos y asociaciones vecinales. Un pleno extraordinario las aprobará definitivamente este viernes, para comenzar a aplicarlas el 1 de enero.

El portavoz de Vox, Ignacio Rivas, ha lamentado el "absoluto desprecio a las formas" del equipo de Gobierno, por no darles apenas tiempo, aseguran, para estudiar o renegociar el contenido de las ordenanzas.

Vox planteó varias alegaciones para "moderar las subidas fiscales" a los salmantinos. Por ejemplo, sugirieron rebajar el coeficiente de aplicación del impuesto de vehículos porque si las administraciones "usan cualquier excusa" para elevar las tasas, ahora deberían rebajarlas porque han aumentado los metros de calles peatonales e implantado las zonas de bajas emisiones.

También pidieron aplicar exenciones al impuesto de obras a los autónomos que abran negocios en los 'nuevos barrios' como Vistahermosa o Huerta Otea, extender las rebajas en el precio del bonobús a todos los empadronados en pueblos de Salamanca y no sólo en la capital y posponer hasta el 10 de abril la entrada en vigor de la nueva tasa de basuras para ahorrar a los vecinos 1,1 millones de euros, según sus cálculos.

En lo que concierne a los presupuestos, son "un juego de trilerismo político", ya que según Vox apenas incluyen partidas para inversiones reales y obvian cuestiones como el empleo o las infraestructuras básica. Para Vox, lo fían todo al Puerto Seco y a Salamanca Tech, dos "pozos sin fondo"; ignoran a los autónomos; apenas tocan el tema de la vivienda (la labor del Patronato Municipal es insuficiente a ojos de Vox, que pide favorecer las condiciones para promover la inversión privada) y no ofrecen planes a largo plazo. En Salamanca cada vez "hay menos personas que pagan más" impuestos y "se huye" del debate del gasto público, una cuestión que, en opinión de Ignacio Rivas, el Ayuntamiento debería empezar a plantearse para mejorar su eficiencia.