Entre el público, personas de varias generaciones, pues la música de Camela ha marcado, sin duda, un antes y un después en el pop español. Los salmantinos se dejaban llevar de la mano de Dionisio Martín Lobato y María de los Ángeles Muñoz Dueñas.

El dúo hizo un recorrido por todas aquellas canciones que durante tres décadas han acompañado a los españoles en sus coches, fiestas de verano, bodas, eventos especiales e incluso situaciones más íntimas. Así, temas como 'Sueños inalcanzables', 'Nunca debí enamorarme' o 'Cuando zarpa el amor', auténticos himnos generacionales, que provocaron los gritos y aplausos, la mejor 'gasolina' de Ferias y Fiestas para charros y foráneos. 

La muestra fue la entrega, fuerza y capacidad de conectar con el públicoa. La dulzura de Ángeles y las vueltas inconfundibles de Dioni, traspasaron los corazones de un público que se entregó y que disfruto de una noche mágica en la que sí, zarpó el amor y en mayúsculas.

Es un hecho que Camela es familia, Camela es legado, Camela es alegría. Felices 30 años en la música y en los corazones del público.