La Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio ha hecho pública su preocupación por el estado de deterioro que presenta la Iglesia de la Clerecía, uno de los principales Bienes de Interés Cultural de Salamanca. El colectivo señala directamente a la falta de inspección y seguimiento por parte de las administraciones competentes, en especial la Junta de Castilla y León y su Servicio Territorial en Salamanca, como origen de una situación que consideran cada vez más grave.

Según denuncian, los muros que dan a la calle Serranos muestran problemas que son "fácilmente apreciables por cualquier viandante". Entre ellos destacan la aparición de vegetación, eflorescencias salinas, líquenes y la ausencia de algunas tejas, signos claros de una degradación progresiva. A ello se suman los desprendimientos registrados en los últimos años.

Uno de los aspectos que más inquieta a la asociación es la deficiente evacuación de las aguas pluviales procedentes de los tejados de la iglesia y del antiguo colegio anexo, hoy Universidad Pontificia. Esta mala gestión del agua estaría afectando desde hace meses a un elemento singular del conjunto: los vítores históricos conservados en la piedra, cuyo deterioro podría ser irreversible si no se actúa con urgencia.A su juicio, la ausencia de planes efectivos de conservación y mantenimiento evidencia el fracaso tanto de la planificación como de la aplicación de la normativa vigente en materia de patrimonio.

La denuncia pone además el foco en una zona de especial valor histórico y científico. En ese entorno, los estudios de Alexandra Mª Gutiérrez Hernández, doctora en Historia del Arte y profesora de la Universidad de Salamanca, han documentado la montea de la cúpula de la propia Clerecía. Estas incisiones, realizadas sobre piedra arenisca, están sufriendo un deterioro acelerado debido a la humedad, lo que está provocando la pérdida progresiva de este testimonio constructivo único.

Desde Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio insisten en que el tiempo juega en contra del monumento y reclaman una actuación inmediata que garantice la conservación de la Clerecía, no solo como símbolo del pasado de Salamanca, sino como legado que debe preservarse para las generaciones futuras.