Santa Marta espera poder utilizar el agua de Salamanca el próximo verano. Así lo ha asegurado el alcalde del municipio, David Mingo, durante su visita a las obras de conexión con la estación potabilizadora de la capital, que en estos momentos se ejecutan en la avenida de La Serna y con las que se espera poner fin a uno de los problemas históricos del municipio: la calidad del agua.

Las obras que conectarán el depósito de Santa Marta con la estación de tratamiento de agua potable de Salamanca, ubicada en la zona de La Aldehuela, comenzaron la pasada semana y cuentan con un plazo de ejecución de ocho meses. Con ellas, se espera conseguir un antes y un después en la calidad del agua potable que llega a los hogares santamartinos.

En estos momentos los trabajos "avanzan a buen ritmo", aunque "creo que estará en menos tiempo y esperamos que para finales del primer trimestre del próximo año ya haya un avance sustancial, pero hay cuestiones técnicas que no dependen de nosotros. Creemos que el agua puede estar llegando a los hogares en verano, igual es una fecha conservadora pero, insisto, hay cuestiones que no dependen de nosotros, aunque espero que esté antes", ha avanzado Mingo.

El presupuesto de estos trabajos es de 1,1 millones de euros y ha sido posible gracias a un convenio a cuatro bandas entre los ayuntamientos de Santa Marta y Salamanca, la Junta y la Diputación. Administraciones a las que el alcalde santamartino ha querido dar las gracias: "esta tubería es resultado de un convenio entre cuatro administraciones. A la Diputación le agradecemos que financie la parte que le corresponde aportar al Ayuntamiento, a la Junta por ser el otro gran financiador de la obra, al Ayuntamiento de Salamanca porque es el que a partir de que esta tubería entre en funcionamiento administre el agua a Santa Marta. Gracias a este convenio la Diputación ha aportado algo más de 560.000 euros, el Ayuntamiento de Santa Marta unos 113.000 euros y los 460.000 euros restantes los ha aportado la Junta".

La longitud total de la impulsión será de 3.252 metros, con un desnivel de 48,58 metros entre los puntos de inicio (ETAP Aldehuela) y final (depósito de Santa Marta). La tubería tendrá 400 milímetros de diámetro. 

Según recoge el proyecto el trazado de la impulsión discurre por las instalaciones de la ETAP en la margen derecha del río Tormes hasta llegar a la calle Río Ubierna, que facilita el acceso a la pasarela peatonal. En ella la conducción de impulsión calorifugada se colocará en un lateral de la viga de la pasarela. Una vez en la margen izquierda del río Tormes, en término municipal de Santa Marta, el recorrido avanza de forma paralela al río Tormes a través del Sector I 'La Fontana' hasta cruzar la vía que da acceso al Puente Juan Carlos I para continuar en un trazado paralelo a la avenida de la Serna, atravesando las zonas ajardinadas y el carril bici existente, hasta llegar a la glorieta de la Base Aérea de Matacán, donde se desviará para alcanzar el Camino de Carbajosa. En la confluencia del mismo con la avenida Constitución el recorrido se desviará hasta llegar al Camino de Calvarrasa.

Finalmente, el trazado continuará por el Camino de Calvarrasa, atravesando el vial bajo la autovía A-50 y sobre el canal existente de Villagonzalo, en dirección al depósito regulador de Santa Marta ubicado en las inmediaciones de la Urbanización Aldebarán.

"Es una buena noticia que a partir de que estas obras entren en funcionamiento vamos a tener cumplida esa eterna promesa que era mejorar la calidad del agua de Santa Marta, sobre todo en cuanto al sabor. Vamos a tener el mismo agua de Salamanca", ha dicho Mingo.

Hasta ahora, Santa Marta utilizaba dos medios de captación de agua para prestar el servicio de abastecimiento a los vecinos. Por un lado, la toma principal se hacía desde el Canal de Villagonzalo, que tiene limitada la captación a los Hm3 sin posibilidades de poder aumentarla, como solicitó en su día el Ayuntamiento, siendo denegada la petición por la Confederación Hidrográfica del Duero.

Por otro lado, la toma secundaria se hacía directamente desde el río, aguas abajo del azud de Villagonzalo, en un punto en el que el agua ya ha pasado por diferentes zonas urbanas, de actividad agrícola y afluentes y escorrentías, lo que provocaba un estado pésimo del agua.

Los problemas de captación se suman a la antigüedad y a la poca capacidad de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Santa Marta, que se construyó hace más de 40 años y que es insuficiente para garantizar el suministro en situaciones de gran afluencia de agua provocadas por la lluvia o por la apertura del embalse de Santa Teresa. En concreto, la captación sobre el río Tormes es una obra del año 1987, mientras que la Estación de Tratamiento de Agua Potable, es la resultante de una original ejecutada en 1983 y una ampliación del año 1996.

En los últimos 5 años el Ayuntamiento de Santa Marta ha realizado 14 inversiones fundamentales para actualizar la capacidad de trabajo, el tratamiento y la seguridad sanitara de la potabilizadora, actuaciones de gran calado que suponen una inversión aproximada de 350.000 euros, a pesar de los cuales no ha sido posible mejorar la turbidez, el olor y el sabor del agua. Por este motivo, la conexión con la red de suministro de agua con Salamanca se planteó como la única alternativa viable para dar solución a los problemas que Santa Marta lleva arrastrando desde hace décadas.

NUEVA TASA DE AGUA

A partir de que entre en funcionamiento esta tubería el Ayuntamiento deberá establecer una nueva tasa para los vecinos, que se incrementará ligeramente respecto a la actual.

"Ahora el agua de Santa Marta es muy barata y cuando entre en funcionamiento ya no lo será tanto, pero vamos a hacer todo lo posible para que sea una tarifa también contenida. No obstante, hay que pagar el agua que vamos a comprar a Salamanca según la tarifa que tienen establecida en su ordenanza para todos los municipios que nos suministramos", ha dicho el alcalde santamartino.

En estos momentos, el Ayuntamiento está realizando los estudios necesarios para la modificación de la ordenanza, a la que "se le harán todos los ajustes necesarios para que sea el mínimo impacto posible a la mayor parte de vecinos de Santa Marta". "Al final vamos a hablar de céntimos al día, seguramente las garrafas de agua que ahora tenemos que comprar son más caras, pero aún no sabemos cuánto será. Desde luego, será algo asumible respecto a la calidad porque el problema aquí es que pagamos un agua muy barata pero no de la calidad que Santa Marta merece", ha añadido.