Los partidos también enseñan. En plena construcción del equipo, cada encuentro se convierte en una oportunidad para crecer en la competición y trasladar al campo lo trabajado en los entrenamientos, y duelo ante el Nyon era uno de esos partidos que no solo hay que ganar bien, sino que además sirven como banco de pruebas y evolución para Perfumerías Avenida. Le había faltado acierto en el tiro de larga distancia al equipo en los duelos precedentes y lo recuperó y también mostró que en partidos de ritmo alto, si puede correr y hacerlo con cabeza y evitando pérdidas tontas, acaba encontrando soluciones. También es verdad que le falta aun ese punto de consistencia o 'mala leche' para acabar de rematar a un rival ante el que podría haber hecho más sangre. 

El conjunto salmantino tenía clara la idea de marcar un ritmo alto desde el minuto uno. Ante un rival poco conocido pero evidentemente más bisoño, había que intentar poner pronto tierra de por medio y alimentar sus inseguridades. Avenida salió a toda velocidad, con acierto, buscando situaciones interiores con Cave, aunque Nyon respondió desde larga distancia, lo que les dio confianza para mantener igualado el duelo (12-12). Entonces apareció Soriano con el primer triple del equipo, y repitió de inmediato para abrir brecha (18-12) y provocar el primer tiempo muerto del conjunto suizo. El equipo azulón se soltaba en ataque.

A partir de ahí, Avenida aceleró su ritmo anotador con el acierto de Iyana Martín —tanto en penetración como desde el triple— y comenzó a abrir distancia en un visto y no visto (26-12). Nyon era incapaz de frenar el vendaval ofensivo de la escuadra salmantina, que movía el balón con velocidad por el perímetro, encontrando los aciertos de Vilaró, Iyana y Spreafico. Así, el primer cuarto se cerró con un marcador contundente: 34-19.

En un abrir y cerrar de ojos, el partido quedaba encarrilado. La presencia interior de Arrojo y Djaldi-Tabdi dio consistencia al equipo, mientras que Iyana Martín lideraba el ataque. La joven base se fue al banquillo tras algo más de cinco minutos y medio perfectos: 12 puntos con pleno de acierto en el tiro y una asistencia.

Tras ese arreón inicial, llegaron unos minutos de intercambio de canastas que no gustaron a Anna Montañana, que pidió tiempo muerto al no querer que el acierto ofensivo se tradujera en relajación defensiva. Sin embargo, la pausa no tuvo el efecto esperado: los puntos dejaron de caer y el segundo cuarto bajó notablemente el ritmo anotador. Aun así, Avenida mantenía una ventaja clara al descanso: 46-28.

Una primera mitad sólida, aunque con margen de mejora, especialmente en la concentración defensiva. Iyana Martín se fue al vestuario con pleno de acierto en el tiro, mientras que su compañera en la dirección, Claudia Soriano, sumaba diez puntos con solo dos fallos en el lanzamiento. Notable actuación del dúo dinámico que marca el pulso del equipo azulón.

El regreso tras el descanso trajo las mejores sensaciones posibles. Dos acciones positivas consecutivas -un tapón, una recuperación defensiva y una canasta made in Cave- devolvieron a Avenida al +20 y marcaron el tono del tercer cuarto. El equipo dio un paso al frente en defensa, tanto en el uno contra uno como en la movilidad de la defensa zonal, y Nyon comenzó a sentirse ahogado en ataque.

Esa intensidad atrás permitía además correr. Avenida transitaba con velocidad, con las cinco jugadoras llegando al otro lado de la pista en apenas unos segundos. El marcador lo reflejaba: 55-32 y nuevo tiempo muerto del técnico suizo, obligado a parar un partido que amenazaba con romperse definitivamente. Tras la pausa, Nyon consiguió frenar un poco el ímpetu local y trató de correr en ataque. No se desvanecía del todo y, punto a punto, recortó algo la diferencia hasta situarse 58-39, momento en el que Anna Montañana pidió tiempo muerto para reajustar el plan. El toque de atención surtió efecto. Avenida recuperó solidez defensiva, volvió a correr y, para cerrar el cuarto, Vilaró anotó un triple que puso el 63-41 con el que se llegaba al final del tercer parcial.

El último parcial comenzó con un nuevo esfuerzo colectivo. Avenida salió con la misma energía, apoyándose en buenas defensas y en una anotación sencilla para volver a rondar los 30 puntos de diferencia. Montañana siguió rotando piezas para mantener la intensidad y no dar respiro al rival, consciente de que en esta fase de grupos cada punto puede contar.

De hecho, la exigencia era máxima: a la mínima que el equipo encajaba dos ataques seguidos o bajaba el acierto ante el aro, llegaba el tiempo muerto. No se trataba solo de ganar, sino de hacerlo con autoridad y cuidar cada detalle.

A cinco minutos del final, el marcador reflejaba un 69-46 que mostraba la superioridad azulona. Desde el banquillo llegaban nuevas instrucciones, buscando mantener el orden y el ritmo y también probando cosas nuevas como ver al 'duo dinámico' junto en pista como una opción más de rotación aunque fuera poco tiempo. Victoria, diferencia amplia y a seguir sumando aprendizajes por el camino.