Hace unos años, los coches autónomos podían parecer algo más relacionado con la ciencia ficción que con la realidad. Sin embargo, hoy en día están más cerca que nunca de convertirse en una de las mayores promesas de la tecnología moderna. Y es que varias empresas de gran nivel del sector automovilístico están en el camino de desarrollar ese tipo de vehículos que apenas necesitan la intervención humana.  

Los avances son notables, pero parece que todavía queda un pequeño camino que recorrer para poder ver estos coches por las calles. En este texto te explicamos como está la situación.  

La tecnología detrás de la autonomía 

Los coches autónomos están pensados para funcionar de la mano de la integración de varios sistemas avanzados. Lo principal serían los sensores y las cámaras que rodean el vehículo, que permiten detectar elementos externos como peatones, otros coches o las señales de tráfico. Estas herramientas se combinarían con radares y sistemas que creen una imagen tridimensional del entorno.  

Adicionalmente el automovil contaría con un software de inteligencia artificial. Este sistema estaría pensado para recoger los datos de los sensores y demás, con el fin de generar una respuesta del propio coche, como podría ser frenar, acelerar o cambiar de carril. Todo con la idea de imitar la capacidad de un conductor humano, o en algunos casos incluso superarla.  

Retos pendientes 

Es evidente que, aunque la tecnología está avanzando, los coches autónomos aún tienen camino por recorrer. Eso da lugar a que haya varias razones que impidan la implantación masiva de este tipo de vehículos. 

La principal es la falta de seguridad y fiabilidad, ya que no se ha creado aun un sistema tan completo que sea capaz de anticipar millones de situaciones diferentes, dentro de las que entran muchas imprevisibles. Por otra parte, existe una regulación legal aun por desarrollar en esta materia, ya que cada país deberá decidir cómo va a ser el uso de estos modelos y detalles de tanta importancia como el proceso para asegurar el coche. Por último, es necesario convencer a la sociedad de que vean estos automóviles como una alternativa real.                                                                   

Niveles de autonomía 

Existen seis niveles de autonomía según la Sociedad de Ingenieros de Automoción. Irían desde el 0, que implicaría que no hay asistencia de ningún tipo, hasta el cinco, donde la conducción sería completamente autónoma, sin necesidad de volante ni pedales. 

En cualquier caso, a día de hoy la mayoría de los modelos que se están desarrollando ofrecen un nivel 2 o 3. Esto quiere decir que cuentan con asistencia en carretera y control de frenado, pero aun requieren que un humano esté atento a lo que ocurra por si es necesario que intervenga.  

En China se está probando el nivel 4, con el que el coche puede circular en algunos entornos sin ningún tipo de intervención, normalmente en zonas urbanas. Es lo más cercano que existe a un nivel 5 que hoy en día parece más bien una utopía.  

¿Cuánto falta para verlos en las calles? 

Todo hace indicar que en esta próxima década será más habitual ver coches autónomos en circulación, probablemente en el sector del transporte público. Muchos expertos apuntan que a mediados de los años 2030 se dará esa circunstancia, con el desarrollo de normativas al respecto.