Entre cenizas y esperanza: historias de quienes lo han perdido casi todo en el incendio de Cipérez

Dos vecinos afectados, Herminio y Teresa, cuentan cómo vieron desaparecer en horas el fruto de una vida de trabajo y esfuerzo

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Efectos del incendio en Gejo de los Reyes y Cerezal de Puertas (Fotos: Diócesis de Salamanca)
El autor esIsabel Andrés Rodríguez
Isabel Andrés Rodríguez
Lectura estimada: 3 min.

Las llamas se declararon el 13 de agosto, aunque no sería hasta el 15 cuando el fuego se descontroló y obligó a declarar el nivel 2 de riesgo. Cipérez y los municipios vecinos vivieron horas de angustia y, para muchos, las llamas han arrasado con todo. Aún hoy la Junta lo da por controlado pero no extinguido y ha consumido alrededor de 11.000 hectáreas hasta el momento, lo que supone la mayor cifra de un incendio de estas características en la provincia salmantina.

Villaseco de los Reyes, Cerezal del Puerto, Groó y Gejo de los Reyes tuvieron que ser evacuadas por la cercanía del fuego a los pueblos y allí es donde algunos vecinos han perdido parte de su medio de vida o de sus viviendas. Este es el caso de Herminio Manga, de Gejo de los Reyes, y de Teresa, de Cerezal de Puertas, quienes ahora trabajan por reconstruir su vida cuanto antes.

Herminio Mangas vive en Gejo de los Reyes y se dedica a la ganadería junto a su hijo. El incendio le ha dejado campos quemados y sin pasto para sus vacas, que se alimentan gracias a las pacas de paja que se salvaron de ser devoradas por las llamas. "Fue un milagro. Nos ayudaron los bomberos y un sobrino con la manguera, porque teníamos un grifo, pero ha sido un milagro, y creo que en algo así, Dios algo habrá hecho", ha relatado a la Diócesis de Salamanca. Su pequeño huerto también se salvó del incendio por estar levantado sobre muros de piedra.

Ese día 15 de agosto, festivo para muchos, "nos fuimos a La Alberca a pasar el día hasta que nos llamaron y nos dijeron que el fuego de Cipérez se acercaba. Cuando llegamos ya lo teníamos encima, corría como si fuera un coche", ha contado. Aunque el pueblo se salvó, los efectos del incendio pueden verse en la zona de monte, donde pastaban sus vacas, y donde ahora no hay más que terreno quemado. "También he sufrido daño en el ganado, con dos terneros calcinados y otros animales con quemaduras, que pienso que saldrán adelante, pero les va a costar", ha admitido en un testimonio que recoge la Diócesis.

Cuando evacuaron Gejo de los Reyes se quedaron cinco o seis vecinos, entre ellos, Herminio. Y lucharon con los medios que tenían, como los tractores, aunque uno de ellos quedó calcinado en mitad del camino que une el pueblo con El Groo. "Alguna orilla del pueblo se quemó, y alguna casa, con materiales de construcción muy antiguos, y ardieron por la maleza que tenían a los lados", describe este vecino. Y la zona de la iglesia, aunque el fuego estuvo muy cerca, "no corrió peligro porque estaba limpio a su alrededor y empedrado".

Una experiencia similar ha vivido Teresa, vecina de Cerezal de Puertas desde que tenía un año y medio, y que ha perdido parte de su casa. Ahora vive en la parte de la vivienda que no se quemó, con puertas y ventanas abiertas durante todo el día para evitar intoxicación por el humo. No ha sido consciente hasta ahora, en su día a día, de todo lo que se quemó y no recuperará. "Esta mañana fui a coger la sal gorda y me di cuenta que lo tenía en el cuarto que se quemó, o el arcón que estaba lleno de la matanza, con pollos y tostones. Se me ha quemado todo, los baños, la artesa, el torno de amasar, las máquinas de hacer chorizo y farinato…", ha contado a la Diócesis salmantina.

No olvidará el pasado 15 de agosto. "Cuando vine del ganado comí, y después, cuando fui a sacudir el mantel en la calle vi una nube negra muy fea que parecía humo". Cuando vieron llegar al pueblo las chispas del pueblo Teresa llegó a mover un tractor a una zona que parecía segura, "estaba todo verde, con una parte de cemento, y fue de lo primero que se quemó, ¿pero cómo puede arder lo verde?".

La cercanía de las llamas obligó a desalojar la localidad y al regresar fue cuando vio el desastre y parte de su vivienda calcinada. "No pensé que llegara hasta allí el fuego pero lo hizo por la parte trasera".

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