El Gobierno central y la Generalitat de Cataluña han acordado celebrar el próximo lunes 14 de julio la esperada comisión bilateral en la que se abordará el nuevo modelo de financiación singular para Cataluña. La reunión, que llega dos semanas más tarde del plazo pactado entre el PSC y ERC para formalizar los acuerdos, se desarrollará en un contexto marcado por las tensiones políticas nacionales y las altas expectativas generadas en torno a la propuesta fiscal catalana.

Desde Esquerra Republicana, su presidente Oriol Junqueras ha restado importancia al retraso, señalando este sábado que "es más importante el contenido que los plazos" y que, si se necesitan "unos días o semanas más", es razonable dárselos, en alusión implícita a la situación política interna que atraviesa el PSOE.

Por su parte, la Generalitat ha confirmado que los trabajos técnicos entre ambas administraciones se han intensificado en los últimos días, y que en las próximas dos semanas se espera avanzar en un posible acuerdo sobre el modelo de financiación y la gestión tributaria. La consellera y portavoz del Govern, Sílvia Paneque, ya había manifestado días antes su confianza en que la bilateral pudiera celebrarse antes de final de mes.

UN PACTO CON IMPLICACIONES

La cita del 14 de julio deriva directamente del acuerdo de investidura entre el PSC y ERC, que permitió que Salvador Illa accediera a la presidencia de la Generalitat con el apoyo de los republicanos, en un movimiento que rompió con la lógica de bloques que había marcado más de una década de política catalana. ERC, en plena crisis interna, logró arrancar al PSC el compromiso de desarrollar una financiación singular para Cataluña, una reclamación ya impulsada por Pere Aragonès durante la pasada legislatura.

El acuerdo prevé que la Generalitat asuma competencias plenas en gestión, recaudación, liquidación e inspección de todos los tributos en Cataluña, además de ampliar su capacidad normativa. También plantea limitar la solidaridad interterritorial mediante el principio de ordinalidad, aunque sin cifras concretas, y contempla posibles reformas de la Ley Orgánica de Financiación Autonómica (LOFCA), lo que requeriría respaldo mayoritario en el Congreso.

En este sentido, Junqueras ha recordado que la reforma también debe ser "buena" para los grupos parlamentarios que hicieron posible la investidura de Pedro Sánchez, una mayoría que ha calificado como "compleja y variada".

El pacto PSC-ERC especifica además que el primer tributo en aplicarse bajo el nuevo modelo será el IRPF, y que los acuerdos necesarios para su implementación deberán estar asegurados a lo largo de 2026.

PRESIÓN POLÍTICA

Aunque el president Illa no se ha pronunciado aún sobre la convocatoria, fuentes de su gobierno confirman el compromiso de avanzar hacia "un modelo de financiación más justo y adaptado a la realidad catalana". Desde Comuns, otro socio clave de la investidura, su portavoz parlamentario David Cid ha expresado el deseo de que la comisión del 14 de julio permita cerrar un acuerdo sólido que dé respuesta a las demandas sociales y económicas de Cataluña.

Con este encuentro, arranca una fase decisiva de la legislatura catalana y del equilibrio político nacional, en la que se pondrá a prueba la viabilidad del pacto de investidura y la capacidad del Gobierno central para afrontar el debate territorial con soluciones estructurales.