En menos de 24 horas, una obra audiovisual sobre un pandero cuadrado superó las 32.000 visualizaciones y 1.000 'me gustas' en redes sociales. Pero lo que resuena en el corazón del vídeo no es solo un ritmo antiguo: es una forma de estar en el mundo.

La pieza se titula 'La zorra: un eco ancestral en tierra de fronteras', y está firmada por la artista y antropóloga visual Rosa Gómez. En ella vemos a Sandra Ramos Fernández, de 34 años, tocando el pandero cuadrado de Peñaparda con el antiguo traje charro del pueblo.

Lo que parece una escena costumbrista se transforma, en manos de Gómez, en un manifiesto visual sobre la transmisión cultural femenina en las zonas rurales.

Sandra aprendió de su abuela, Julia Vizarro Andrés, de 89 años, sentadas en la puerta de casa. A base de mirar, repetir y escuchar. Un aprendizaje sin libros, ni aulas, ni partitura. Solo cuerpo, memoria y gesto. Es esa forma íntima y oral de conservar lo inmaterial lo que interesa a Rosa Gómez, quien ha desarrollado una extensa obra visual sobre identidad, luz y patrimonio desde una mirada multidisciplinar que cruza arte, antropología y documentación.

La grabación tuvo lugar en marzo de 2025 en esta localidad salmantina del Rebollar, y forma parte de una investigación más amplia: una lectura contemporánea del alma de esta tierra a través de sus rituales, ritmos y silencios.

Una de las piezas resultantes forma parte de la exposición 'Cartografía del alma', abierta al público en la Sala de La Salina de Salamanca, dentro del ciclo Poéticas de Salamanca. La obra también está recogida en un libro publicado con la colaboración de expertos y de la Hispanic Society of America.

Un eco que cruza fronteras

En este trabajo, la figura de Sandra no es un personaje, sino un símbolo de lo que perdura. Gómez la conecta con otras mujeres que, a orillas del Mediterráneo, también tocan para preservar el equilibrio del mundo: las suonatrici del sur de Italia, las adufeiras portuguesas o las guardianas de ritmo del norte de África. Mujeres que no solo hacen música, sino que sostienen la memoria.

Rosa Gómez ha sido reconocida internacionalmente, con premios en Nueva York, Tokio, Londres y dos Oros en los MUSE Photography Awards de Atlanta. Pero su mayor logro tal vez esté aquí, en Peñaparda, donde el eco de un pandero cuadrado se convierte en un hilo invisible que une generaciones, culturas y futuros posibles.

Porque hay quienes aún tocan para que el mundo no se caiga. Y a veces, ese gesto se vuelve viral.