"Está prohibido hacer campaña para ser Papa. Lo que aparece en 'Cónclave' no es real, eso es lo que no pasa"

El decano de la Facultad de Derecho Canónico de la UPSA, José San José Prisco, explica el significado, los ritos, y el procedimiento del cónclave

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"Está prohibido hacer campaña para ser Papa. Lo que aparece en 'Cónclave' no es real, eso es lo que no pasa"
El decano de Derecho Canónico de la UPSA, José San José Prisco. (Foto: Diócesis de Salamanca)
El autor esV.T.P.C
V.T.P.C
Lectura estimada: 8 min.
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El cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco ya está en marcha. En esta entrevista con el Servicio Diocesano de Comunicación Social, el decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de Salamanca, José San José Prisco, ofrece una mirada didáctica y detallada sobre el significado de este proceso, sus ritos y su desarrollo.  

¿Qué es exactamente un cónclave y por qué se llama así?

El cónclave es la reunión de los cardenales que están llamados a elegir al próximo papa. Se llama así porque, a partir del siglo XIII, para evitar que hubiera intromisión de gente de fuera, se empezó a realizar en un lugar cerrado con llave. Eso es lo que significa 'cum clavis' ('con llave' en latín), es decir, a puertas cerradas, sin contacto con el exterior. 

 

¿Quiénes participan en un cónclave y cómo se eligen?

Los que participan son cardenales, quienes son nombrados directamente por el papa. Y pueden participar en el cónclave solo aquellos que tienen menos de 80 años. El Colegio cardenalicio tiene ahora mismo muchos cardenales que superan esa edad. De hecho, las exequias, el entierro del papa fueron oficiados por el decano del Colegio de cardenales, que tiene más de 90 años. 

 

¿Qué requisitos se establecen para poder ser papa?

Se necesita ser al menos presbítero. Eso es lo necesario, porque está considerada la posibilidad de que los cardenales pueden elegir a un no obispo. Lo que es normal es que se elija entre los cardenales que están en el cónclave —y generalmente son todos obispos—, pero cabe la posibilidad de que elijan a alguien que no esté en el cónclave. En otros tiempos de la historia ha ocurrido. Entonces, manda la normativa, que se le llame, tendría que ir a Roma si es que estuviera fuera, entrar en el aula de la Capilla Sixtina, preguntarle si desea ser papa y, si acepta, ordenarle inmediatamente como obispo.

  

¿Cómo se prepara un cardenal para votar en un cónclave?

Han tenido lugar las congregaciones generales, en las que han participado todos los cardenales que han deseado venir hasta Roma, incluidos aquellos que tenían más de 80 años, para expresar su opinión sobre cómo creen que debe orientarse la Iglesia en el futuro y delinear el perfil del candidato, digamos 'perfecto', para el momento actual. Eso es lo que han estado haciendo en estos días. Evidentemente, esto ha servido también como preparación para todos, de manera que el quien vaya a ser elegido conozca el sentir del Colegio cardenalicio y hacia dónde debe dirigirse la Iglesia.

De hecho, el papa Francisco en varias ocasiones durante su pontificado que esto lo he hecho porque lo pidieron los padres en las reuniones precónclave. Esta vez se han prolongado bastante estas congregaciones generales porque había muchos cardenales nuevos, querían conocerse mejor entre ellos y escucharse. Así, cada cardenal ya va con la idea, más o menos clara, de quién puede ser el candidato, pero sobre todo de cuál son las necesidades reales de la Iglesia en el momento presente, para elegir a la persona que mejor pueda responder a ellas.

 

En cuanto a la preparación personal, creo que ningún cardenal está preparado para ser papa, porque es una responsabilidad muy grande

Es decir, en cuanto a la preparación personal, creo que ningún cardenal está preparado para ser papa, porque es una responsabilidad muy grande. Es una misión espiritual que exige ser un hombre de una gran profundidad de fe, de gran amor a la Iglesia, porque la responsabilidad que se le encomienda es grande.

 

¿Se puede hacer campaña para ser papa?

Campaña, campaña para uno mismo, no. Yo no puedo hacer campaña para mí, como cardenal. Esto no se puede hacer. ¿Se puede hablar, se puede comentar? Claro que sí. No solo se puede, sino que es necesario. Porque hay que llegar a un consenso. Tened en cuenta que, en el momento en que se entra en el cónclave, ya no hay discusiones: ahí hay votaciones. Las conversaciones se dan entre las votaciones, pero no en el momento de ellas. Ahí no se presenta un candidato ni se habla los pros y los contras. No, no. Eso se hace comiendo, merendando…. "A mí me parece que va por esta línea"…. Eso no está prohibido. Lo que sí está prohibido es hacer campaña oficial, hacer lobbies, decir "vamos a por este". Un poquito como aparece en la película Cónclave, —esa no es la realidad—. Justamente, eso es lo que no pasa.

Es cierto que los cardenales hablan, que cada uno tiene sus preferencias y que pueden comunicárselas. Es más, está previsto en la Constitución Apostólica que rige todo esto que, si no se llega a un consenso, se dé lugar a lo que se llaman "las murmuraciones", es decir, que hablen, que se entiendan antes. Eso solo no está permitido, está incluso previsto. Pero sin hacer campañas de tipo ideológico o tendencioso, como algunas veces nos hace creer la prensa. No, las cosas son así.

Y tengan en cuenta también que las personas que van son hombres con experiencia en la Iglesia, de gran espiritualidad. No se trata de una cuestión meramente política o humana, para nada. La mayor parte de ellos son gente ya mayor, que tiene mucha experiencia de la vida, que están un poquito más allá de todas estas tensiones que en el mundo parecen tan importantes, y para una gente que ya tiene cierta edad están más que en un tercer lugar.

 

¿Cuál ha sido el proceso más largo?

Creo que el más largo duró dos años y medio. Pero no ha sido contemporáneamente, precisamente porque entonces no había cónclave como lo conocemos hoy, y había que discutir, había interferencias de fuera. También ha habido cónclaves que han durado solo unas horas y ese que comenté que duró tantísimo, acabó con la lección de un papa que duró seis meses, no llegó a medio año porque lo tuvieron que buscar fuera. Era un hombre espiritual, un monje que no quiso ser papa y dimitió. Son curiosidades de la historia.

 

Los últimos cónclaves han durado poco, menos de una semana, desde Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco, todos han durado muy poquito.

 

Los últimos cónclaves han durado poco, menos de una semana, desde Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco, todos han durado muy poquito. Se celebran dos votaciones por la mañana y dos votaciones por la tarde; o sea, cuatro votaciones al día. Son muchas votaciones para ir logrando los consensos, porque para dos tercios de los votos requiere que esté mucha gente de acuerdo.

 

¿Cómo evitan los cardenales el contacto con el exterior?

El contacto con el exterior, hoy en día, requiere medidas extraordinarias. Antiguamente bastaba con cortar los teléfonos fijos. Actualmente, se han dispuesto inhibidores de frecuencia, para que ni por radio ni por teléfono se pueda comunicar uno. Evidentemente, en las habitaciones hay intercomunicadores para que los cardenales puedan hablar, pero no hay contacto telefónico con el exterior.

Y todo el personal que atiende de alguna manera a este grupo de cardenales están obligados a guardar secreto. Han prestado juramente todos ellos. ¿Por qué? Por lo que estábamos diciendo antes, aunque los cardenales no pueden decir nada de lo que sucede dentro del aula, pueden comentar durante las comidas o cenas. Y la persona que sirve los platos podría escucharlo aunque no entienda el contexto de lo que han hablado, no lo puede difundir. Por eso, todos los que están empleados, gente de máxima confianza de la casa, han hecho ya su juramento de guardar secreto de todo lo que oigan en boca de los cardenales. Y no existe comunicación con el exterior.

Si hay alguna necesidad urgente —por ejemplo, que un cardenal tenga que ser hospitalizado—, le trasladan fuera de la Casa Santa Marta y deja de estar ya en el cónclave. Si la dolencia es menor y tiene que estar en la cama y no precisa hospitalización, habría que ir a pedirle el voto al dormitorio donde está. De hecho hay una urna especial con candados. En el caso de que haya un cardenal enfermo, los escrutadores —3 personas—, van con la urna, el cardenal deposita el voto, la llevan de vuelta al aula, se abre ahí mismo la urna, se saca el voto, se mete con los demás votos y ya se hace el escrutinio. Aunque falte algún cardenal no pasa nada. De hecho, dos de los cardenales electores llamados al cónclave , uno de ellos español, no han podido asistir porque están enfermos.

 

La sotana del papa es blanca desde que un papa dominico decidió no quitarse el hábito blanco. Y, a partir de entonces, los papas usan hábito blanco. 

 

Después de presentarse el nuevo papa, ¿cuáles son los primeros pasos que se dan?

Una vez que ha impartido la primera bendición al pueblo de Dios, el nuevo papa vuelve a entrar y empieza a tomar las primeras decisiones. Primero, dónde va a vivir, que fue lo que hizo Francisco. Segundo, hay que mandar un sastre que confeccione una sotana a su medida. La casa Gammarelli, muy famosa de Roma, es la que suele hacer estos trajes al papa, la sotana blanca.

Como curiosidad, la sotana del papa es blanca desde que un papa dominico decidió no quitarse el hábito blanco. Y, a partir de entonces, los papas usan hábito blanco.

El papa empieza a tomar las primeras decisiones. Lo normal es que confirme a todos los cargos que tenía el pontífice anterior hasta nueva decisión, ya que, hasta ese momento todo queda en el aire: los cargos de la curia, de los dicasterios… Y así empieza la vida normal de la Iglesia, que no se ha parado nunca, porque la Iglesia ha seguido trabajando y ha seguido en las cuestiones ordinarias. Aunque, al no haber papa, si hay cuestiones extraordinarias, no se pueden determinar hasta que el nuevo pontífice. Lo normal es que confirme a todos los cargos hasta nuevo aviso y vaya tomando las primeras decisiones.

 

¿En qué se basan los papas para elegir sus nombres?

Lo sabemos porque ellos lo han dicho. Por ejemplo, Francisco dijo que había elegido este nombre. Yo mismo, cuando salió a la logia y dijo que se llamaría Francisco, pensé que como jesuita lo hacía por Francisco Javier, que es el gran patrón evangelizador. Pero no, pronto aclaró la razón. Ha sido por Francisco de Asís, porque dice que cuando a él le eligieron, el cardenal que tenía al lado le dijo: "no te olvides de los pobres". ¿Y quién es el pobre más pobre de los pobres como Santo? Pues San Francisco de Asís. Y eligió ese nombre. Y, de hecho, su pontificado ha estado jalonado por gestos permanentes que muestran que no se olvidó nunca de los pobres.

Juan Pablo II lo eligió su nombre porque a Juan Pablo I no le había dado tiempo a desarrollar nada. Estuvo un pontificado prácticamente de un mes. Juan Pablo I, quería unir el ímpetu de Juan XXIII y de Pablo VI. Bueno, el que venga, pues no sabemos si querrá llamarse Francisco II, Juan Pablo III, o Juan XXIV o Benedicto XVII. Es verdad que la forma de elegir el nombre es también un estilo de querer vivir el pontificado. Benedicto XVI también lo dijo. Él venía de Benedicto XV, un papa muy firme en la doctrina, un hombre muy entregado de Iglesia y con las ideas muy claras. Y creo que que también Benedicto XVI fue un poquito así. Uno se identifica más, puede ser con otro papa o puede ser en el caso de Francisco, con un santo, porque hasta el momento no había habido ningún papa anterior que hubiera elegido este nombre.

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