Nueva esperanza para pacientes con Covid persistente: la dieta mediterránea reduce el riesgo cardiovascular

Investigadores de APISAL y el IBSAL también advierten que el consumo elevado de alcohol empeora la salud vascular en este colectivo, aumentando el riesgo de eventos cardio y cerebrovasculares

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Nueva esperanza para pacientes con Covid persistente: la dieta mediterránea reduce el riesgo cardiovascular
El autor esTamara Navarro
Tamara Navarro
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Dos estudios realizados por la Unidad de Investigación de Atención Primaria de Salamanca (APISAL), en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) y la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca, han demostrado que una mayor adherencia a la dieta mediterránea reduce el riesgo cardiovascular en personas con covid persistente. Estos trabajos, publicados en la prestigiosa revista Nutrients, forman parte del proyecto BioICOPER, centrado en el análisis de estilos de vida y sus efectos en pacientes con síntomas prolongados tras la infección por SARS-CoV-2.

En el primer estudio, se evaluó a 305 pacientes diagnosticados con covid persistente en Salamanca, analizando su régimen alimenticio mediante el cuestionario MEDAS del estudio PREDIMED. Los resultados muestran que quienes seguían más de cerca la dieta mediterránea presentaban menores niveles de ácido úrico, menos componentes del síndrome metabólico, menor circunferencia de cintura y un colesterol HDL más alto, todos ellos indicadores de menor riesgo cardiovascular.

"El impacto positivo de la dieta mediterránea nos permitirá plantear intervenciones terapéuticas basadas en estilos de vida", explica el doctor Manuel A. Gómez Marcos, investigador principal del grupo de Promoción de Salud Cardiovascular de APISAL.

El segundo artículo aborda los efectos del consumo de alcohol en la salud vascular de este mismo grupo de pacientes. "Los individuos con mayor ingesta de alcohol mostraban una mayor rigidez arterial y un mayor grosor en sus arterias, lo que se traduce en mayor riesgo de sufrir eventos cardio y cerebrovasculares", advierte Silvia Arroyo Romero, primera autora del estudio.

Ambas investigaciones se integran en el proyecto BioICOPER, que busca esclarecer la compleja y aún desconocida fisiopatología del covid persistente, una afección que afecta al 7-10 % de la población española y que representa un gran desafío de salud pública. El proyecto incluye una evaluación integral de los pacientes, considerando factores como la calidad de vida, fatiga, estado nutricional, envejecimiento vascular, fragilidad y deterioro cognitivo.

Además, los investigadores colaboran con los grupos de BioSepsis y Proteómica Funcional y Nanomedicina del IBSAL para identificar biomarcadores específicos que permitan comprender mejor la enfermedad y mejorar su abordaje clínico.

"Estamos ante una enfermedad con más de 200 síntomas descritos y muchas incógnitas. Analizar los hábitos de vida, la clínica y los marcadores celulares es fundamental para avanzar en su tratamiento", concluye la Dra. Elena Navarro Matías, investigadora de APISAL y referente en la gestión de la fase aguda de la pandemia en la Atención Primaria de Salamanca.

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