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8 de mayo: la fecha en la que el Estudio General de Salamanca se convirtió en Universidad
Alfonso X emitió en 1254 una Real Cédula que concedía ese título, una efeméride cuyo séptimo centenario celebró la USAL por todo lo alto para recuperar su esplendor
El 8 de mayo de 1254 el rey Alfonso X el Sabio otorgó al entonces Estudio General de Salamanca el título de Universidad. Se convertía así en la primera de Europa que lo recibía oficialmente, a pesar de que había sido fundada en 1218 por el rey Alfonso IX de León. Un año más tarde, en 1255, el papa Alejandro IV publicó las bulas pontificias que reconocían la validez universal de los grados otorgados por la universidad salmantina y se le concedía el privilegio de tener sello propio.
Con ello arrancaba la historia de una universidad ocho veces centenaria que ha pasado por varias fases de crecimiento y contracción a lo largo de su historia. Uno de sus momentos más críticos fue a mediados y finales del siglo XIX, tras la aprobación de la denominada Ley Moyano de 1857. Una ley que dejaba a la USAL reducida a las facultades de Derecho, Teología, que fue suprimida definitivamente en 1868, y Filosofía y Letras. Por su parte, "las enseñanzas de Medicina y Ciencias serían financiadas, como facultades libres, desde el año 1869 por la Diputación y el Ayuntamiento de Salamanca, hasta el año 1904, en el que, durante el rectorado de Miguel de Unamuno, se consigue su financiación estatal", según recoge la historia de la USAL.
Además, esta ley suprimía la facultad de expedir títulos de Doctor, algo que quedó reservado a la Universidad de Madrid. Una capacidad que la Universidad de Salamanca no recuperaría hasta casi un siglo después, cuando el rector Antonio Tovar celebró, durante el curso 1953-1954 el denominado VII Centenario de la USAL, con el que se recordaban los setecientos años de la Real Cédula emitida por Alfonso X el 8 de mayo.
Una efeméride que la Univesidad de Salamanca celebró por todo lo alto. Tanto la institución académica como la ciudad se volcaron con el acontecimiento, cuya preparación comenzó con antelación. Y es que en el curso se crea la Junta de Obras de la Universidad, que sería la encargada de preparar los trabajos para acondicionar diferentes espacios. Así, se aprovechó la ocasión para rehabilitar las Escuelas Mayores con la "remodelación de la sala de juntas, el paraninfo, que recobra su posición original, el claustro bajo, la capilla universitaria, el zaguán de acceso, la escalinata, la biblioteca, los tapices y el artesonado", tal y como explica Isabel Ramos en su artículo 'Celebración y significado del VII centenario de la fundación de la Universidad de Salamanca en el curso académico 1953-1954'.
Además, se ejecutaron obras en las Escuelas Menores y en el Hospital del Estudio, que pasó a ser el Rectorado. Al amparo de esta celebración también se trasladó el Cielo de Salamanca a su ubicación actual y se creó la Casa Museo Unamuno, entre otros.
Por su parte, la ciudad también se engalanó para la ocasión y se llevó a cabo la pavimentación de la Plaza Mayor con la eliminación de los jardines. Igualmente, se acometieron trabajos de mejora de numerosas calles y rincones de la capital.
Todo para mostrar el potencial de Salamanca durante el acto central de esta efeméride, que tuvo lugar el octubre de 1953, fecha en la que se reunieron en la ciudad los rectores y representantes de las Universidades más importantes del mundo. Este encuentro culminó con un desfile, ataviados con sus trajes de ceremonia, por las calles de la capital desde la Universidad hasta el Ayuntamiento, donde fueron recibidos. Un desfile que recogió el NO-DO.
Además, los actos de este VII Centenario continuaron en mayo de 1954, cuando, el mismo día 8, se invistió doctor honoris causa al Jefe del Estado, Francisco Franco. Asimismo, dos días después, "serán nombradas personas de reconocido prestigio en el panorama intelectual mundial", según cuenta Isabel Ramos.
Esta conmemoración sirvió para que la USAL recuperara parte del esplendor perdido y el Gobierno devolvió la facultad de expedir títulos de Doctor, la primera en recuperarlo tras la Ley Moyano. Además, se recuperaron algunos de los libros antiguos de las bibliotecas salmantinas robados por los franceses en la Guerra de la Independencia y que se encontraban en la Biblioteca de Palacio Real de Madrid.
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