Con la ciudad llena de visitantes y una procesión del Jueves Santo esperando para cruzar por sus milenarios arcos, el Puente Romano ha recibido una discreta mejora en la seguridad.

El servicio de mantenimiento del Ayuntamiento de Salamanca colocó este lunes un par de bolardos metálicos junto al inicio del pretil del puente, en las inmediaciones del verraco prerromano, para prevenir posibles caídas por el hueco y evitar males mayores.

Bolardos junto al pretil.

Según fuentes consistoriales, habían recibido "denuncias ciudadanas en los últimos años por la peligrosidad potencial" de ese espacio, instándoles a tomar medidas y cerrarlo de alguna manera dados los riesgos especialmente para los más pequeños.

El sistema elegido es "sencillo, discreto y funcional" y "pasa desapercibido", pero también "cumple con la misión de tapar el ancho de los huecos". A juicio del Ayuntamiento, se ha instalado "en un buen momento", dada la gran afluencia de turismo prevista para estos días. Las estimaciones de los hosteleros preveían hasta un 95% de ocupación a partir del jueves, siempre que el tiempo echara una mano.