El presidente de la hermandad, Tomás González, había anunciado que la decisión definitiva se tomaría en el último momento, a la espera de los partes meteorológicos desde Matacán. Sin embargo, la persistencia de la lluvia y la previsión de continuidad obligaron a cancelar el desfile procesional.

Cientos de personas esperaban en la calle Domínguez Berrueta el momento solemne en que las puertas de la Capilla de la Vera Cruz se abren para dar paso al Cristo anónimo del siglo XVII y a la Virgen de la Amargura, obra de Pedro Hernández. La emoción contenida y el recogimiento habitual de esta austera procesión se vieron empañados por el anuncio de suspensión.

Según comunicaron los responsables de la cofradía, ambos pasos fueron levantados brevemente en el interior de la capilla, como gesto simbólico ante los fieles que aguardaban en el exterior, y como testimonio del fervor que, pese a la lluvia, no se apaga.

La del Cristo de los Doctrinos es la única procesión del Lunes Santo en Salamanca, conocida por su silencio absoluto, sin música ni palabras, una marcha penitente solo acompañada por el sonido de las cadenas y el roce de los hábitos. Aunque este año la lluvia impidió su salida, el espíritu de la oración y la devoción sigue latiendo en el corazón de la ciudad.

Desde la Vera Cruz han agradecido el respeto y la comprensión de todos los asistentes, y han recordado que, aunque no haya recorrido, "la oración continúa".