Sierra de Francia, el rincón donde el vino vertebra el territorio

La comarca serrana vive con intensidad la cultura del vino con una D.O.P. que lleva a la uva Rufete por bandera y en la que la vid va de la mano del turismo

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Sierra de Francia, el rincón donde el vino vertebra el territorio
Copas de vino de Sierra de Salamanca (Foto: Diputación de Salamanca)
El autor esIsabel Andrés Rodríguez
Isabel Andrés Rodríguez
Lectura estimada: 4 min.

Si hay un lugar donde el viñedo se funde con una riqueza natural incomparable y el vino ha vertebrado el territorio desde tiempos inmemoriales ese es la Sierra de Francia, un enclave privilegiado al sur de la provincia de Salamanca en el que los productores elaboran sus caldos con el sabor tradicional y las características del territorio.

Y es que la particular orografía del terreno de montaña ha hecho que los viñedos se distribuyan en bancales que se integran con el paisaje y que absorben los aromas y sabores de la tierra y los suelos de granito y pizarra de la zona. Todo ello, unido a su clima mediterráneo húmedo, ha dado lugar a dos variedades de uvas autóctonas que le confieren a los caldos serranos elegancia, frescura y complejidad. Son las uvas Rufete y Rufete Serrano Blanco, variedades de gran potencial enológico para lograr un producto de calidad reconocida tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Una calidad que vigila la Denominación de Origen Protegida Sierra de Salamanca, que "protege la tipicidad de los vinos que elaboran las bodegas convencidas del potencial de la Rufete y de la complejidad del terruño de nuestra zona", según recogen en su información promocional. Y es que la D.O.P. la conforman diez bodegas ubicadas en distintos municipios de la comarca serrana en las que los viticultores ponen todo su empeño y su saber hacer para atrapar a quienes degustan sus vinos con los aromas y sabores que le confiere el terreno a la uva.

La Rufete es, sin duda, la gran protagonista de los vinos serranos. Se trata de una uva "altamente adaptada a la zona, con un racimo de tamaño pequeño y apretado y con un grano de tamaño medio y hollejo fino. Es una variedad sutil, de compleja elaboración, que aporta aromas delicados con recuerdos a frutas rojas y especiados, con taninos dulces y suaves que aportan elegancia y complejidad a los vinos", según explican desde la D.O. No obstante, igualmente están muy presentes la Garnacha tinta y el Tempranillo, también conocidas en la zona como Calabrés y Aragonés y que están adaptadas a las características de la Sierra tras una evolución de varios siglos.

Y es que estos vinos reflejan la complejidad del terreno donde se asientan los viñedos. Un terreno que se encuentra dentro del Parque Natural de Las Batuecas–Sierra de Francia y de la Reserva de la Biosfera Sierras de Béjar – Francia en el que los viticultores han formado las particulares terrazas y bancales en el que se asientan los viñedos, centenarios en muchos casos, en los que se cultiva el producto que caracteriza a toda una comarca.

Uvas en la Sierra de Francia (Foto: Archivo-Ical)

Tanto es así que el vino, junto al paisaje privilegiado, es uno de los principales reclamos y motor de atracción turística de esta zona. Y es que el enoturismo sostenible es la propuesta de los 22 municipios que forman parte de la Ruta del Vino Sierra de Francia, una iniciativa que aúna enología, gastronomía, naturaleza, cultura y patrimonio para descubrir la esencia del territorio.

Cepeda, Cristóbal, El Cerro, Garcibuey, Herguijuela de la Sierra, Lagunilla, Los Santos, Madroñal, Miranda del Castañar, Mogarraz, Monforte de la Sierra, Montemayor del Río, San Esteban de la Sierra, San Martín del Castañar, San Miguel de Valero, Santibáñez de la Sierra, Sequeros, Sotoserrano, Valdefuentes de Sangusín, Valdelageve, Valero y Villanueva del Conde son las localidades que forman parte de esta iniciativa que ofrece al visitante experiencias enoturísticas en las que los vinos, pero también la gastronomía y el patrimonio son los protagonistas.

Las propuestas incluyen visitas a las bodegas, rutas por la naturaleza, recorridos guiados por los municipios, catas y degustaciones de productos e iniciativas con las que profundizar en el maridaje del vino con otros productos típicos serranos. 

Además, la comarca ofrece un nuevo recurso turístico en torno al vino. Es el recién inaugurado Centro de Interpretación del Vino de Villanueva del Conde, una infraestructura para "impulsar el enoturismo, revalorizar la cultura vitivinícola local y contribuir al desarrollo sostenible de la Sierra de Francia", según han explicado desde la Diputación de Salamanca. Se trata de una iniciativa que se enmarca dentro del Plan de Sostenibilidad Turística Destino Sierra de Francia y que se estructura en diversas áreas diseñadas para ofrecer una experiencia interactiva y educativa, como una Sala de Exposiciones principal, que alberga paneles informativos y vinilos ilustrativos que explican la historia, el proceso de elaboración y el valor del vino en la Sierra de Salamanca, así como un espacio interactivo, con gafas de realidad virtual, que sumergen al visitante en el proceso de producción vitivinícola, desde la cepa hasta la copa. El centro se completa con una zona infantil con juegos que permiten a los más pequeños aprender de forma lúdica sobre la cultura del vino.

Todo ello para poner en valor una cultura, un patrimonio y una naturaleza en la que el viñedo ha estado presente desde tiempos inmemoriales y en el que los viticultores ponen todo su empeño para conquistar a los paladares más exigentes.

Centro de interpretación del vino en Villanueva del Conde (Foto: Diputación)

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