Los latidos de muchos pacientes zamoranos que requieren cirugía cardíaca dependen de las manos expertas de las enfermeras perfusionistas del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, el centro de referencia en la especialidad para esta provincia. En su quirófano, en un espacio que parece "la NASA con tanto cable y tantos parámetros", estas profesionales se encargan de gestionar la circulación sanguínea y la oxigenación del paciente cuando su corazón debe ser detenido.

Las enfermeras perfusionistas son las encargadas del manejo de las máquinas extracorpóreas, imprescindibles en cirugías cardíacas, trasplantes de corazón y pulmón, así como en el control de dispositivos implantables para pacientes con insuficiencia cardíaca o en traslados de alta complejidad en UVI móvil.

A pesar de la importancia de su labor, su función sigue siendo una de las más desconocidas dentro de la enfermería. En España, solo unas 300 profesionales se dedican a la perfusión, y su especialidad aún no cuenta con reconocimiento oficial, a pesar de ser un requisito en Europa.

"Parece la NASA con tanto cable"

Toñi Moreno Rodríguez, enfermera perfusionista en Salamanca, describe el quirófano donde trabaja como un entorno de alta tecnología y máxima precisión: "Parece la NASA con tanto cable y tantos parámetros de presiones y del manejo de cada cosa que está monitorizada". En operaciones que pueden prolongarse hasta 20 horas, su capacidad de reacción es clave: "En un segundo, el paciente se te puede ir", advierte.

El equipo de perfusionistas de Salamanca, compuesto por Toñi, Leyre, Eduardo, Alba y, próximamente, María, es el responsable de los pacientes zamoranos que requieren cirugía cardíaca. La colaboración entre provincias es fundamental, ya que Zamora no cuenta con un quirófano especializado en esta disciplina, por lo que los enfermos son trasladados a Salamanca. Dentro del equipo, la comunicación es esencial. "Es fundamental tener una buena relación con el equipo, porque en esta función específica no tienes el apoyo de nadie más", subraya Toñi.

Mientras tanto, estas profesionales siguen luchando por el reconocimiento de su especialidad en España. "Nuestro caballo de batalla es que en pleno siglo XXI se reconozca esta especialidad", concluye Toñi, reivindicando el papel fundamental de las perfusionistas en la sanidad.