Hace ahora alrededor de dos años la nieve era la gran protagonista en toda Salamanca. El temporal 'Filomena', que afectó a buena parte del país, se dejó sentir con intensidad en la provincia charra, dejando imágenes que no han vuelto a repetirse hasta la fecha. Y es que estos días se cumplen dos años de la última gran nevada de Salamanca, unos días de frío, nieve y viento que siguen en la memoria de casi todos.

La nevada principal tuvo lugar el 9 de enero, aunque los copos comenzaron a caer ante y, en las primeras horas, llegaron a dejar un fino manto de nieve tanto en las calles de la capital como de la provincia. La nevada llegó acompañada por las bajas temperaturas, por debajo de cero durante buena parte del día en varias jornadas consecutivas, por lo que en muchos puntos la nieve se convirtió en hielo, lo que llevó a cortar calles de la capital con pendientes pronunciadas, como fue el caso de Sancti Spíritus, Alfonso VI y Manuel Ramos Andrade.

Aunque algunos se animaron a pasear por las calles, la inmensa mayoría de los salmantinos optó por la precaución y las calles presentaron muy poca circulación tanto de vehículos como de personas, lo mismo que sucedió en los municipios y carreteras de la provincia.

Además, los efectos del temporal se dejaron sentir durante varios días y una semana después de la nevada, Salamanca aún sufría los rigores de un duro episodio invernal. El día 16 de enero en muchos puntos de la capital todavía quedaban restos de la importante nevada, convertida en placas de hielo. Durante esos días fueron intensos los trabajos para retirar nieve y hielo de calzada y aceras.

Según los cálculos posteriores, los daños de su paso costaron medio millón de euros y ese año no volvió a nevar hasta noviembre.