"Muchos niños y no tan niños piden un animal a los Reyes Magos y estamos en un momento muy dado a comprar sin pensar en todas las consecuencias e implicaciones que puede tener". Es el aviso que la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades y responsable de la Oficina de Bienestar Animal, Ana Suárez, envía a las familias que se estén pensando adquirir un animal en estas fechas. La experiencia dice que muchos de ellos acabarán abandonados.

El Consistorio de Salamanca intenta frenar estas ideas paralizando hasta el 14 de enero todas las adopciones del Centro Municipal de Protección Animal. La iniciativa está vinculada con una campaña lanzada antes de Navidad y ahora, en vísperas de Reyes, coge nuevos bríos: "Ahora que tenemos el Centro no vamos a formalizar adopciones hasta una semana después de Reyes. Se siguen recogiendo animales, la gente se puede interesar por ellos, los animales que lleguen se seguirán publicitando... pero las adopciones quedarán pendientes hasta que pase esa fecha. Es la primera vez que podemos hacer estas cosas", reivindica la concejala, para evitar en la medida de lo posible que el capricho de pedir una mascota a los Reyes termine con el animal viviendo en la calle. "Los cachorros crecen, tienen muchas necesidades, hay que adiestrarles, educarles y trabajar con ellos para que estén con otros animales y con la gente", añade.

En cuanto a la labor del Centro "funciona muy bien". Hasta mediados de diciembre protegían a 75 animales (49 perros, 25 gatos y un gallo). "Estamos recogiendo muchos galgos, animales jóvenes y adultos...", pero apenas ningún cachorro, más allá de los cinco ejemplares paridos por una mastina que también viva en el Centro. 

Finalmente, el programa de adopción, incluido en el contrato de gestión de este servicio, "va muy bien". Por ahora han conseguido un hogar para 32 mascotas y hay "gente esperando por gatos, gente a la espera de un animal que encaje en su tipo de vida... funciona bien y evitamos caprichos".