Cada mes de diciembre, millones de personas confían en que la suerte les sonría con el Gordo de Navidad, pero las matemáticas se encargan de aterrizar las expectativas. La probabilidad de llevarse el primer premio es de 1 entre 100.000, una cifra que, aunque pequeña, resulta más comprensible cuando se compara con situaciones de la vida diaria.

Así lo explica Paco Pedroche, profesor de Matemáticas de la Universitat Politècnica de València (UPV), quien recurre a analogías tan llamativas como los rayos, los accidentes de tráfico o incluso una paella para poner en contexto lo que realmente significa "tener suerte".

Aunque el Gordo sea altamente improbable, no todo es blanco o negro. Según los cálculos, existe aproximadamente un 15% de probabilidad de obtener algún premio en el sorteo de Navidad, incluido el reintegro. Esta cifra baja ligeramente al 14% si se consideran los números que pueden acumular más de un premio. En comparación, el sorteo del Niño ofrece mejores expectativas: cuenta con tres reintegros, frente al único del Gordo, lo que eleva hasta un 30 % la posibilidad de recuperar al menos lo jugado.

Eso sí, Pedroche insiste en desmontar uno de los grandes mitos: comprar siempre el mismo número no aumenta las probabilidades. Cada décimo tiene exactamente las mismas opciones. Si se compran varios, recomienda que sean números distintos, para ampliar la posibilidad de que al menos uno resulte premiado con el reintegro.

Más difícil que estar vivos, más fácil que un rayo

Las comparaciones son donde las matemáticas se vuelven más sorprendentes. Ganar el Gordo es extremadamente raro, pero estar vivos lo es todavía más. Según explica el matemático, nuestra propia existencia fue el resultado de una probabilidad cercana a 1 entre 100 millones, el espermatozoide 'ganador' entre millones de competidores. En otras palabras, es mil veces más improbable estar vivos que ganar el Gordo de Navidad.

Por el contrario, el primer premio resulta 200 veces más probable que morir por el impacto de un rayo, un fenómeno que causa una media de 2,6 muertes al año en España. Sin embargo, las estadísticas también revelan que fallecer en un accidente de tráfico es el doble de probable que ganar el Gordo, según datos de la DGT de 2024.

Para quienes prefieren ejemplos más gastronómicos, Pedroche propone uno muy gráfico: ganar el Gordo equivale a encontrar un grano de arroz concreto entre 30 platos de paella. Cada ración contiene unos 80 gramos de arroz, y con 2,5 kilos (unos 100.000 granos) se pueden cocinar esas 30 paellas. Elegir justo el grano correcto tiene la misma probabilidad que acertar el número ganador.

Al final la lotería es, ante todo, una cuestión de azar, no de estrategias ni supersticiones y la suerte puede tocar pero las probabilidades no engañan.