La metodología integra bioinformática, química computacional y farmacología para mejorar la medicina personalizada
Un nuevo mapa genético-farmacológico del CIC de Salamanca abre vías para mejorar el tratamiento del cáncer
La metodología integra bioinformática, química computacional y farmacología para mejorar la medicina personalizada
El laboratorio de Bioinformática y Genómica Funcional del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) ha desarrollado una innovadora metodología que permite relacionar la expresión genética de células tumorales con su sensibilidad a distintos fármacos, un avance que abre nuevas posibilidades en el ámbito de la oncología de precisión.
La investigación combina datos genómicos y farmacológicos obtenidos a partir de un panel de 60 líneas celulares de cáncer, lo que ha permitido construir un mapa complejo de interacciones entre genes y medicamentos. Gracias a este enfoque integral, los investigadores han identificado nuevas asociaciones con elevado interés terapéutico, que podrían orientar futuras estrategias de tratamiento y la reutilización de fármacos ya existentes.
Uno de los principales logros del estudio es el desarrollo de un coeficiente matemático denominado índice B, diseñado para medir la similitud entre medicamentos en función de los genes que comparten como posibles dianas terapéuticas. Este nuevo índice mejora los métodos tradicionales al ponderar de forma más eficiente las diferencias en el número de genes asociados a cada fármaco, facilitando así la identificación de relaciones funcionales relevantes.
Los resultados han permitido validar vínculos ya conocidos, como el del Nilotinib, fármaco que actúa sobre el gen de fusión BCR-ABL1 en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica, y al mismo tiempo han revelado nuevas interacciones plausibles que podrían tener aplicación clínica. Además, el estudio demuestra que la similitud farmaco-genómica identificada concuerda en gran medida con la similitud química estructural de los fármacos, lo que refuerza la solidez y fiabilidad de los hallazgos.
Entre los grupos de medicamentos analizados destacan los inhibidores de la quinasa MEK, los análogos de nucleósidos y las nitrosoureas, que presentan patrones comunes de genes diana. En el caso de los inhibidores MEK, se ha comprobado su impacto sobre genes relacionados con la proliferación celular, lo que subraya el potencial de estos datos para diseñar combinaciones terapéuticas más eficaces y personalizadas.
El estudio ha sido desarrollado de manera conjunta por el Centro de Investigación del Cáncer (CSIC–Universidad de Salamanca–FICUS), el Departamento de Química de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y el Departamento de Estadística de la Universidad de Salamanca. La financiación ha contado con el apoyo del Instituto de Salud Carlos III, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, la Junta de Castilla y León, fondos europeos y diversas becas destinadas a investigadores.
Este avance científico refuerza el papel de la investigación interdisciplinar en la mejora del tratamiento del cáncer y supone un paso relevante hacia una medicina más precisa, personalizada e innovadora.
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