La Plaza del Oeste se llenó de vida, objetos con historia y conciencia sostenible en una jornada que demuestra que reutilizar también es una forma de convivir
El intercambio se convierte en fiesta vecinal en la Feria del Trueque de la Plaza del Oeste
La Plaza del Oeste se llenó de vida, objetos con historia y conciencia sostenible en una jornada que demuestra que reutilizar también es una forma de convivir
La Plaza del Oeste amaneció este fin de semana con un ambiente distinto. Desde primera hora, mesas improvisadas, bolsas llenas de libros ya leídos, ropa con segundas oportunidades y juguetes que cambiaban de manos marcaron el pulso de una Feria de Intercambio que ya se ha convertido en una cita imprescindible del barrio. Vecinas y vecinos llegaron con curiosidad, otros con objetos bajo el brazo y muchos con ganas de charlar, intercambiar y quedarse.
Organizada por ZOES, con la colaboración de la Concejalía de Consumo y empresas del propio barrio, la feria volvió a demostrar que la economía circular puede entenderse de forma sencilla y cercana. El eje central fue el intercambio directo: ropa, libros, vajilla, complementos, juguetes o materiales relacionados con distintas aficiones encontraron nuevos dueños sin que mediara el dinero, solo la voluntad de compartir.
Entre conversaciones espontáneas y recomendaciones de "este libro es perfecto para el verano" o "a este jersey aún le queda mucha vida", la plaza se transformó en un gran punto de encuentro vecinal. Muy cerca, un punto informativo sobre reciclaje y reutilización ofrecía consejos prácticos para aplicar hábitos sostenibles en casa y en la comunidad, resolviendo dudas y despertando interés entre personas de todas las edades.
Uno de los espacios más concurridos fue el intercambio de esquejes y plantas, desarrollado junto a La Esquejera, el servicio permanente de ZOES que fomenta la biodiversidad urbana. Pequeñas macetas, plantas aromáticas y consejos de cuidado circularon de mano en mano, reforzando la idea de cuidar el entorno desde lo cotidiano.
La feria también reservó un lugar especial para el intercambio de aficiones, donde juegos de mesa, puzles y hobbies compartidos sirvieron como excusa perfecta para generar nuevas conexiones entre vecinos. "Este lo jugamos en casa los domingos", se escuchaba decir mientras alguien explicaba las reglas a un recién llegado.
Desde las 12.00 horas, y con inscripción previa, comenzaron los talleres gratuitos, uno de los grandes atractivos de la jornada. Hubo actividades creativas con lana 100 % natural para elaborar guirnaldas y juguetes sensoriales, talleres de crochet y ganchillo, y una original propuesta de percusión en la que utensilios de cocina y objetos cotidianos se transformaron en instrumentos musicales improvisados.
La nota festiva llegó con la música en directo, un DJ que animó la plaza y la presentación en Salamanca del proyecto Masamadre – ‘Las Panaderas’, que aportó un aire artístico y reivindicativo a la jornada. Las familias encontraron su propio espacio en la zona infantil, con cuentacuentos a cargo de Unpuntocurioso, talleres de manualidades con materiales reciclados, juegos creados a partir de objetos reutilizados y un pintacaras.
Cuatro generaciones de mujeres de La Alberca mantienen viva, cada invierno, una tradición artesanal ligada a la miel, la almendra y al recuerdo
La provincia reúne el 13,8% del tejido empresarial autonómico y destaca en un contexto marcado por el predominio de microempresas y la escasez de grandes compañías
El evento, que se celebra este domingo desde las 12.00 horas, apuesta por la reutilización, la sostenibilidad y la convivencia con actividades gratuitas








