El proyecto TRUST presentado hoy en el Ayuntamiento de Salamanca aspira a convertir a la ciudad en "un ejemplo de atención a los mayores", en palabras del alcalde, Carlos García Carbayo. 

El nombre oficial de TRUST es Respuesta Tecnológica para la Transformación Socio-Asistencial Única, lo que ya aporta algunas pistas de sus metas. El plan se valdrá de las posibilidades de tecnologías como la inteligencia artificial para cumplir con tres metas: mejorar la atención a las personas con dependencia, aligerar la carga de trabajo de los cuidadores y agilizar los procedimientos administrativos asociados a dichas prestaciones.

TRUST cuenta con un presupuesto de 5,43 millones de euros, de los que 4,4 están aportados por los fondos europeos FEDER. Carbayo ha destacado que Europa sólo ha sufragado una veintena de iniciativas semejantes y aplaude que se haya fijado en la propuesta presentada desde Salamanca. Además del Consistorio, colaboran la Universidad de Salamanca, la Fundación Asprodes, la Federación de Asociaciones de Mayores de Salamanca (FAMASA) y la empresa Khora Urban Thinkers.

El proyecto TRUST consta de tres partes.

La primera se pondrá en marcha cuando alguien solicite el reconocimiento de la atención a la dependencia: se colocará un sensor en la vivienda de dicha persona, que se encargará de monitorizar su situación sanitaria y controlar su día a día (el alcalde ha citado como ejemplo las horas de sueño). Los datos que recopile servirán para completar la valoración social y sanitaria con un diagnóstico "más eficiente" y actualizarlo conforme pase el tiempo.

La segunda 'pata' de TRUST enlaza con la primera. Una inteligencia artificial usará los datos de la monitorización, el informe sanitario sobre la persona y la información de las entrevistas de los trabajadores sociales para completar y actualizar los baremos de valoración de la dependencia. La idea es que los trabajadores sociales y los cuidados no profesionales (normalmente familiares) puedan centrarse en la labor más humana y alivien su carga de trabajo porque la IA les echa una mano. "Un avance muy significativo para reducir tiempos y burocracia, ganando agilidad y eficiencia", según el regidor. 

La tercera y última parte de TRUST está integrada por un sistema informático llamado 'machine learning'. Éste recopilará información de los sensores para 'entrenar' a la IA, de forma que trabaje de manera más eficiente, detecte antes cualquier cambio en las condiciones de la persona y actualice rápidamente el grado de dependencia, en caso de que sea necesario. Según el Consistorio, se aliviará la carga de trabajo burocrático de los empleados públicos adscritos a los sistemas de control de la dependencia.

El Ayuntamiento habilitará el antiguo albergue Lazarillo, en el barrio de Chamberí, como 'centro de operaciones' para el programa TRUST. "Se acometerá una transformación de las actuales instalaciones para convertirse en un espacio de innovación para desarrollar este proyecto. Pero además, en un lugar de apoyo emocional y psicológico, así como de formación y capacitación a los cuidadores", ha señalado García Carbayo. Las obras comenzarán dentro de 4 meses, aproximadamente.

TRUST ya está en "fase de ejecución", pero los frutos tardarán en llegar, porque el plazo para aplicarlo y extraer conclusiones es de tres años y medio, hasta primeros de 2029. El alcalde ha insistido en que es un plan "solidario, sensible, realista" y también "muy ambicioso", por eso algunas cuestiones 'prácticas' como en qué momento instalar los sensores "se irán definiendo sobre la marcha" para que todo marche como debe.

"Un reto extraordinario"

Para que TRUST llegue a buen puerto cuenta con la colaboración de un consorcio liderado por el Ayuntamiento e integrado por la Universidad de Salamanca, Asprodes, Famasa y la empresa Khora Urban Thinkers. Todos ellos destacan el calado de este proyecto, tanto por su peso tecnológico como por su vertiente humana.

Para el vicerrector de Transferencia, Innovación y Emprendimiento de la USAL, Federico Bueno, se trata de una idea que "impactará en la sociedad", además de "un claro ejemplo de la transferencia efectiva de conocimiento" desde las aulas a la calle. Igualmente, el CEO de Khora, Pablo Macías, opina que es "un reto extraordinario" para su empresa y "un escaparate" para Salamanca, que se coloca "en primera línea" de la innovación en pro de la sociedad.

El gerente de Asprodes, Juan Antonio Recio, lo considera "muy necesario", dado el notable envejecimiento de la sociedad; mientras que el presidente de la Federación de Asociaciones de Mayores de Salamanca (Famasa), Francisco Gómez, cree que aportará "más seguridad" a los mayores, les permitirá "superar barreras" y les brindará el "derecho a envejecer con autonomía".