El Helmántico vivió una tarde que comenzó con esperanza y terminó en frustración para un Salamanca CF UDS que dejó escapar un partido que tenía encarrilado. El equipo charro golpeó rápido: apenas había comenzado el partido cuando Dani Hernández adelantó a los locales con un gran disparo a la escuadra tras un balón suelto en el área, haciendo creer a la afición que el duelo tomaría el camino previsto.

Durante buena parte del primer tiempo, el Salamanca mantuvo el control, dificultando que el Real Ávila generase peligro. Los visitantes avisaron en el trece, pero la zaga salmantina resolvió enviando a córner. Incluso pudo llegar el segundo para los locales cuando un balón largo dejó a Mancebo con ventaja; sin embargo, un bote traicionero evitó que definiera con claridad y su tiro acabó mansamente en manos del portero abulense. Antes del descanso, Leo Mendes sostuvo al equipo con un paradón  pero justo cuando el Salamanca parecía irse por delante al vestuario, llegó el golpe: en el 45’, un córner mal despejado permitió a Runy empatar desde la frontal.

Ese tanto cambió la dinámica del encuentro y el inicio de la segunda parte fue un mazazo para los de Jorge García. Una internada por la banda izquierda del Ávila terminó en un pase de la muerte que Adri Carrión convirtió en el 1-2. Dos minutos después, en el minuto 50, un mano a mano culminado por Gonzalo Serrano tras asistencia de Carlos Pérez supuso el 1-3 y dejó al Salamanca completamente tocado.

La reacción se complicó aún más con la expulsión de Servetti en el 70’, apenas quince minutos después de haber ingresado al campo, y con la posterior roja al propio entrenador, Jorge García, en un tramo del partido lleno de tensión. Aun así, el Salamanca no bajó los brazos: tuvo un gol anulado a Casado pero también se pudo llevar un castigo mayor porque Mendes evitó el cuarto en una contra visitantes que pudo ser definitiva.

El pitido final dejó una sensación amarga en el Helmántico. El Salamanca CF UDS, que tenía la oportunidad de afianzarse en la zona alta, cae ante un rival directo y lo hace con claridad, diluyéndose en una segunda parte en la que se esfumaron las ideas, la contundencia y las esperanzas depositadas en este segundo partido en un Helmántico que sigue esperando mejoras.