Después de dos victorias y dos empates, Unionistas de Salamanca estuvo cerca de decir adiós a la racha de puntos. El equipo volvió a casa para medirse a un Pontevedra que estuvo cómodo en todo momento, que ahogó en defensa y se desplegó rápido en ataque. Pero el gol de Tiago en la primera mitad quedó en nada gracias a un centro-chut de Jota que se envenenó, dio en el palo largo y se coló en la portería en el minuto 88. Un 1-1 que deja a Unionistas con cinco semanas seguidas sumando.

Unionistas salió con novedades al terreno de juego. Mario Simón se encontró con la baja de Unai Marino por un proceso vírico, una pieza que se cayó y obligó al entrenador a apostar por Marco Coronas. Junto a él, otras dos piezas que se estrenaban como titulares: Gastón Valles y Aarón Piñán. Un once titular que no dio con la tecla ante un Pontevedra bien plantado.

La batalla desde los banquillos se la llevó Rubén Domínguez en la primera parte. El entrenador visitante logró desquiciar a Unionistas en ambos lados del campo. Los charros no encontraron espacios en ataque y en defensa se vieron ahogados por el Pontevedra. Si bien comenzó mandando con la pelota el cuadro blanquinegro, no lograron que se transformase en un peligro real.

Aarón Piñán remató en los primeros segundos un centro desde la derecha que se fue largo, pero Marqueta atrapó con seguridad. El árbitro calentó el choque con varias decisiones donde dio la ley de la ventaja y que quedaron sin castigo posteriormente, un manejo de la situación que enfadó al graderío local.

Las faltas tuvieron protagonismo en los siguientes minutos y Gastón se llevó una amarilla por una falta en el centro del campo. Entradas duras que dejaron sin dominador el partido hasta que el gol visitante llegó en el minuto 12. Los pontevedreses robaron la pelota a De la Nava, salieron rápido y Tiago lanzó desde la frontal un derechazo que se coló por el palo corto de Marco Coronas. Un 0-1 que dio paso a un empujón salmantino.

Unionistas trató de empatar ganando metros, pero hasta ahí. El equipo tuvo más la pelota, aunque no encontró espacios más allá de ocasiones aisladas como un disparo de Aarón que Marqueta mandó a córner. Problemas en ataque que quedaron retratados en otra acción donde Álvaro Gómez llegó a la frontal, abrió a Aarón Piñán y la pelota se fue larga obligando al extremo a poner un centro forzado que quedó en nada.

En el otro lado del campo los granates asfixiaron a Unionistas. Tanto que estuvieron a punto de robar la pelota en el área cuando Marco Coronas trató de abrir a su izquierda, pero la suerte estuvo del lado local y el atacante no pudo controlar la bola. Situaciones de peligro que se repitieron cada vez que el Pontevedra llegaba a tres cuartos de campo.  

El juego por las bandas del Pontevedra bien cerca estuvo de aumentar la renta. El equipo gallego llegó con peligro por medio de un Garay que hizo de su lado derecho su lugar de dominio, poniendo un balón al área que acabó en un rebote atrapado por Brais y que se fue alto. Una situación que se repitió al borde del descanso con un centro del propio Garay que fue muy cerca de la portería y obligó a Marco a atrapar en dos tiempos. Una situación que dejó la sensación de que el 0-1 no era demasiado castigo al descanso.

El guion no varió con la llegada de la segunda parte. El cuadro blanquinegro se mostró sin ideas en el campo y el Pontevedra estuvo cómodo. Unionistas empezó con intenciones, aunque eso fueron. Carlos de la Nava obligó a la defensa a estar atenta con un centro de Aarón que el capitán remató y Bosch mandó a córner. Pero hasta ahí -hasta la recta final-.

Los de Pasarón tuvieron el segundo gol en un disparo de Abelenda que mandó directamente fuera a los cinco minutos de la reanudación. Fue una ocasión clara que no acabó en gol y que dio paso a la réplica de Álvaro Gómez tras un gran detalle técnico dentro del área y que acabó yéndose fuera.

El miedo apareció en la grada local con un falta que Yelko Pino trató de colocar en la escuadra pasada la hora de encuentro, un remate que se fue lamiendo el palo. Tras ello, el videoarbitraje tuvo sus momentos de protagonismo con dos peticiones de Mario Simón que fueron desestimadas por el colegiado.

Pero la épica de Unionistas apareció de nuevo. Lo hizo en el minuto 88 con un centro-chut de Jota desde la izquierda que se envenenó, tocó en el palo largo y se coló en la portería de un Marqueta que se topó con el 1-1 de la nada. Un resultado que dio alas al equipo, pero que se quedó en tablas. Un punto más para un equipo que volvió a demostrar que en el Reina Sofía, incluso cuando todo está en contra, pueden ocurrir cosas.