El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, anunció ayer una reorganización de la Policía Local que atañe a la conocida como Policía de Barrio. Este servicio de proximidad comenzó a funcionar en marzo de 2023 y dos años y medio más tarde pasará por un proceso de actualización.

La Policía de Barrio nació para acercar a la ciudadanía y a la Policía Local y para facilitar un contacto más cercano con los vecinos, de forma que éstos trasladasen a los funcionarios cuestiones como problemas de tráfico o discusiones vecinales, explicaba en su momento el alcalde.

Aunque el Consistorio aún no ha detallado cómo cambiará el servicio, sí ha trascendido que el objetivo es que haya "patrullas estables" a pie de calle y "conociendo en todo momento las dudas y demandas de los vecinos". 

Fuentes municipales añaden que la nueva Policía de Barrio dará "un paso más" respecto al modelo actual, en el que los agentes se trasladan a plazas y calles de la ciudad en una furgoneta acondicionada para atender a los vecinos. Cada día de la semana pasan por tres barrios en horario de mañana y tarde para tramitar las quejas de los residentes. 

"Esto va más allá", insisten, porque la intención es establecer "patrullas estables en cada uno de esos barrios", para que los agentes asignados "se impliquen con los problemas" de su distrito "y el vecino les conozca". O como dijo el alcalde en la presentación pública, sean "'sus' policías".

Aún no ha trascendido la fecha en que comenzará a funcionar este sistema de trabajo ni cuantos funcionarios se asignarán a este servicio. Desde el Consistorio aclaran al respecto que "a corto plazo" no implicará un aumento de plantilla porque "es una reorganización operativa" de los recursos disponibles.