La Sociedad Estatal de Enseñanzas Aeronáuticas Civiles (SENASA) ha cedido una de sus aeronaves más emblemáticas a la Fundación Infante de Orleans (FIO): la Bonanza F33A, pieza clave en la historia de la formación de pilotos comerciales en España. El avión, que aún mantiene su configuración de colores original, pasará a integrarse en el catálogo histórico de la FIO con el objetivo de ser restaurado y exhibido junto a otras aeronaves clásicas de su colección.

El acto de entrega tuvo lugar en el hangar de la sede de SENASA en Matacán, donde el presidente y consejero delegado de la entidad, Andrés Arranz, destacó el valor patrimonial del aparato: "Es una enorme satisfacción porque esta aeronave encuentra hogar en la FIO, una institución que admiramos por su labor de preservación y divulgación del patrimonio aeronáutico español".

Arranz subrayó además que este gesto refuerza la vocación de SENASA de "compartir conocimiento, despertar vocaciones y contribuir a una cultura aeronáutica sólida y accesible".

Por su parte, el presidente de la FIO, Carlos Valle, recordó la importancia de mantener viva la memoria de la extinta Escuela Nacional de Aeronáutica (ENA): "Siempre se tuvo en mente salvar una de las Bonanzas de aquella maravillosa escuela que fue la ENA, verdadera protagonista hoy. Marcó un hito en la historia de la aviación española porque durante años fue la mejor escuela de aviación del mundo".

El acto culminó con la firma de la cesión y la entrega simbólica de las llaves de la aeronave, en un ambiente cargado de emoción y recuerdos.

PROTAGONISTAS

La ceremonia contó con la participación de dos pilotos veteranos formados en la primera promoción de la ENA, quienes tuvieron la oportunidad de volar precisamente en esta Bonanza F33A. El comandante Miguel Salas evocó con emoción su paso por la escuela: "Esto es un regalo que esperamos volver a volar algún día. Para mí es un gran recuerdo aquella formación en la ENA, y fuimos casi 1.000 pilotos los que pasamos por este tipo de enseñanza. Es un maravilloso regalo". En la misma línea, Javier Zapata compartió sus sentimientos: "Se me juntan los recuerdos de la infancia con los recuerdos de los primeros vuelos en este escenario y espero que pronto podamos ver volando este avión".

LA BONANZA

La Bonanza F33A es mucho más que un avión: es un testigo del desarrollo de la aviación civil española. Concebida originalmente como aeronave de turismo, fue adaptada como avión escuela gracias a sus excelentes prestaciones. Fabricada en 1974 junto a otras 70 unidades, quedó en tierra en 2011 tras décadas de servicio en la ENA.

En su libro de vuelo se conserva una travesía única: desde su salida de la fábrica en Wichita (Estados Unidos) hasta su llegada a España, un recorrido de 8.200 kilómetros en 24 horas de vuelo y tres escalas intermedias.

La importancia de esta cesión radica en la oportunidad de recuperar un símbolo de la formación aeronáutica en nuestro país. Buena parte de los comandantes veteranos de líneas aéreas, hoy en la recta final de sus carreras, dieron sus primeros pasos en cabinas como la de esta Bonanza. Con su nueva vida en la FIO, la aeronave seguirá siendo parte activa de la memoria viva de la aviación española.

Se trata de un monomotor, de 10,21 metros de envergadura y 8,13 de longitud que cuenta entre 4 y 6 plazas y pesa 1.542 kilogramos. 

HUELLA DE LA ENA Y PAPEL DE SENASA

La Escuela Nacional de Aeronáutica (ENA), fundada en Salamanca, fue durante décadas un referente internacional en la formación de pilotos. Reconocida por su exigencia académica y la calidad de su entrenamiento, llegó a ser considerada por muchos como "la mejor escuela de aviación del mundo". De sus aulas y pistas salieron cerca de un millar de aviadores que más tarde integrarían las principales aerolíneas y cuerpos de vuelo en España y en el extranjero.

Tras la integración de la ENA en el nuevo modelo de enseñanza aeronáutica, SENASA asumió el legado de preservar la excelencia en la formación y la seguridad aérea. La entidad ha desarrollado desde entonces programas de entrenamiento, investigación y consultoría que consolidan a España como un país con gran prestigio en el ámbito de la aviación civil.

En su sede en Salamanca se desarrollan actividades de operaciones, consultoría y formación en mantenimiento y gestión de aeronavegabilidad. Con un hangar de 3.600 metros cuadrados y un equipo de 30 profesionales, se llevan a cabo trabajos de mantenimiento de aeronaves y gestión de aeronavegabilidad para diferentes clientes. También se desarrolla el servicio de verificación de radioayudas y validación en procedimientos en vuelo para ENAIRE, actividades de consultoría.