Todo estuvo de cara para ganar. Después de ponerse a remolque en el marcador, Unionistas se encontró en ventaja numérica desde el minuto 28. Sin embargo, después del empate de Abde, en la recta final acabó recibiendo el definitivo 2-1 de penalti tras una incursión de Diocou al que trastabilló Juanje. El fútbol fue injusto con unos salmantinos que pelearon, tuvieron ocasiones de más y que se quedaron sin fortuna.

La era Mario Simón se ha caracterizado, en el poco tiempo de muestra, por tratar de impregnar de mayor ritmo y presencia ofensiva a Unionistas. Y así fue en casa del Arenas Club de Getxo, aunque enfrente tuvo a un rival combativo y que se puso por delante en el marcador. Simón decidió apostar por Unai Marino; Olmedo, Ramiro, Farru, Prada; Juanma Lendínez, Juanje, Jota; Álvaro Gómez, De la Nava y Abde. Un once titular llamado a buscar la verticalidad por fuera.

El Arenas Club tuvo que claro que debía asfixiar la salida de balón charra para evitar que el equipo circulase cómodo y obligó a los charros a buscar balones largos. A eso sumó la figura de un Diocou que fue un quebradero de cabeza para la zaga visitante. El atacante logró un saque de esquina al llegar a la frontal en el minuto siete y ese fue su primer aviso. Mientras, en el otro lado del campo Unionistas tardó en probar a Anartz Peña.

Prada trató de sorprender a todos con un disparo desde la frontal tras una falta sobre Álvaro Gómez, pero la pelota se fue muy desviada. Por su parte, el Arenas Club mandó otro aviso con un remate de Diocou en el corazón del área en un saque de esquina. La presión de 'El Histórico' surtió efecto al cuarto de hora, cuando obligó a Ramiro a ceder a Unai y el portero tuvo que mandarla fuera ante la cercanía de Álex Hidalgo. Y en el minuto 19 llegó el gol.

De la Nava recibió en campo propio, se vio encimado por el rival, acabó reculando y al tratar de pasar la pelota se la robaron y Álex Hidalgo se plantó ante Unai para marcar el 1-0 con un disparo entre las piernas del portero. Pero la alegría del Arenas Club duró en concreto nueve minutos.

Los locales se quedaron con uno menos en el minuto 28 tras una dura entrada de Verde que le clavó los tacos a Jota en la cadera en un balón suelto. Jon Erice probó suerte al pedir la revisión, pero de nada sirvió y con uno más Unionistas comenzó a mandar con claridad.

Anartz Peña tuvo que sostener a un Arenas Club que se vio encerrado atrás, dominado por unos salmantinos que sabían que era el momento de morder. Y así fue. El portero tuvo que detener un disparo flojo de Olmedo que probó suerte, pero poco a poco se encontró con la artillería pesada. De la Nava perdonó al Arenas al fallar un remate en un centro de Jota al que se anticipó al defensor en la línea del área pequeña, pero al colocar el pie acabó mandando la pelota fuera.

Los instantes finales de la primera parte fueron toda una declaración de intenciones. Abde y Olmedo obligaron a Anartz a estirarse dos veces y mandar la pelota fuera, estiradas que permitieron irse al descanso con el empate, pero duró solo dos minutos más.

Nada más empezar la segunda parte De la Nava y Abde pusieron el 1-1 en el marcador. A los dos minutos el charro bajó la pelota dentro del área con un gesto técnico exquisito y Abde recortó y remató con todo para firmar el empate a uno.

Todo parecía de cara para los salmantinos, pero la suerte le volvió a ser esquiva. Cuando más se acercó a la portería visitante llegó un penalti en contra. Después de una ocasión clara de Hugo de Bustos al poco de entrar al campo, Diocou echó a correr para recibir en ventaja, Juanje trató de pararlo y al entrar en el área lo tocó lo suficiente para trastabillarlo. De primeras el árbitro no señaló nada, pero Jon Erice reclamó la revisión y, ahí sí, se señaló la pena máxima. Así, tras cinco minutos, Urko Collado engañó a Unai Marino en el lanzamiento y colocó el 2-1 en el minuto 72.

Simón no bajó los brazos y dio entrada a Roldán y Pere Marco para buscar el empate, consciente de que debía revolucionar el partido para que no cayese el ritmo y el Arenas Club lograse su objetivo. Unionistas se volcó, pero fue impreciso y, además, estuvo a punto de recibir la estocada final en el 87'. Con todo el equipo en campo rival, el Arenas Club salió al contraataque y Mattheus se plantó ante un Unai Marino que aguantó bien el uno contra uno y sacó un pie providencial.

Al final el marcador no se movió a pesar de los intentos de Unionistas. El equipo lo intentó, tuvo ocasiones de todo tiempo y acercamientos por cada metro del campo, pero fue incapaz de batir a Anartz Peña y al muro vasco. Un tropiezo doloroso por la forma, si bien las sensaciones fueron de más que un posible empate.