Galería de imágenes: De puros, rostros conocidos, tendidos llenos y lluvia en La Glorieta

Personalidades, familias y aficionados llenan los tendidos para vivir el ritual único de la Feria Taurina, donde la plaza se convierte en un hervidero de emociones

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Fotos: Aragüelle
El autor esTeresa Sánchez
Teresa Sánchez
Lectura estimada: 2 min.
Última actualización: 

La tarde, de inicio bochornosa, después molesta por el aire y en la que acabó apareciendo y siendo protagonista la lluvia, se cernía sobre Salamanca cuando La Glorieta, en sus alrededores y también en el patio de cuadrillas, se transformaba en un hervidero de colores, voces y expectativa por ver llegar -y también cómo lo hacían-, a los protagonistas de la tarde.

Los tendidos se llenaban lentamente: familias que llegan con jóvenes emocionados, grupos de amigos que se saludan entre risas y saludos, y veteranos que ocupan sus localidades habituales, alguno con el binocular colado del cuello, muchos con los teléfonos móviles listos en la mano y la mirada fija en la arena como si pudieran leer en ella cada historia del pasado.

Es a partir de ahí cuando murmullo inicial crece poco a poco, mezclándose con algún acomodador e incluso el sonido metálico de los portones que se abren y cierran. Hay quien ya dispuesto prepara pañuelos, los programas se hojean o se ondean como abanicos -aunque para alguno terminaron siendo paraguas- y las conversaciones giran en torno a apuestas discretas sobre lo que está por suceder y recuerdos de tardes anteriores. El sol que desaparecía y esta vez no pintó de oro el albero. Sobre la tensión contenido, la sonrisa de la expectación y algún grito de '¡Olé!' anticipado. Los fotógrafos se posicionan en los rincones estratégicos, mientras el público se ajusta en los asientos para no perder detalle.

Entre la multitud, se distinguen muchos más rostros conocidos que otros días y es que la presencia de Morante de La Puebla parece traer consigo siempre un séquito importante. Aparecía por el patio de cuadrillas el periodista Carlos Herrera o el empresario y expresidente del Real Madrid Ramón Calderón que nada más encontrarse con Morante le entrega un puro que no dudó en encender antes de saltar al ruedo.

Muchos políticos, desde el presidente de la Junta Alfonso Fernández Mañueco, a alcaldes de Salamanca (Carlos García Carbayo), y de municipios como Guijuelo (Roberto Martín), Santa Marta (Mingo Pérez), Villamayor de la Armuña (Ángel Peralvo), Carbajosa de la Sagrada (Pedro Samuel Martín) o el presidente de la Diputación.

También empresarios como Juan José Hidalgo o su hermano Antonio Hidalgo, y un día más -ese no falla a ninguna-, Silvestre Sánchez Sierra junto a su hermano Modesto. El exfutbolista y comentarista Dani García Lara era otro de los que se dejaba ver saludando a los toreros antes de salir a la Plaza. 

Y es que en estas citas el ambiente se enriquece con pequeños detalles porque La Glorieta no es solo arena y toros; es un escenario vivo donde la emoción se transmite de un tendido a otro, donde el público -el de toda la vida-, también es protagonista.

La Glorieta, con sus tendidos rebosantes y su público entregado, vive en la Feria Taurina de Salamanca un ritual que trasciende la corrida misma: aquí se celebra la fiesta, la historia y la pasión por el toro.

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