La cita también sirvió para entregar una mención especial para el Festival Domingo López Chaves a favor de Aerscyl
Marco Pérez e Ismael Martín, salen en volandas de La Glorieta; Morante, silenciado
La frescura y el valor de los jóvenes se imponen en una tarde de lluvia; el de La Puebla no se encontró y se fue de vacío
La tarde en Salamanca tuvo un nombre claro: la juventud mandó en la plaza. Con los tendidos llenos hasta la bandera y un ambiente expectante, fueron Marco Pérez e Ismael Martín quienes escribieron las páginas doradas de la corrida, saliendo ambos por la puerta grande con fuerza, valor y temple. En el otro extremo, Morante de la Puebla, víctima de los elementos y de un lote deslucido, pasó de puntillas por una función que le fue adversa desde el principio.
El sevillano abrió cartel con un sobrero de Hermanos García Jiménez, pues el primero de Olga Jiménez volvió a los corrales por su falta de fuerzas. En los terrenos de las tablas, acosado por el viento, Morante se fajó con compromiso y ajuste, buscando siempre el fondo de bravura que escondía el astado. Las dos últimas series, una por cada pitón, mostraron el mejor nivel del sevillano, con ese aroma clásico que enardece al tendido. Sin embargo, la espada, defectuosa tras un pinchazo, redujo el premio a una ovación con saludo.
Con el cuarto, el viento y la lluvia recrudecieron la tarde. El toro, sin entrega y protestón, no dio opciones, y tras decidir abreviar, Morante escuchó una bronca que reflejó el desencanto de los tendidos.

La frescura y entrega de Ismael Martín
El segundo de la tarde, de clase, permitió a Ismael Martín desplegar su concepto templado y variado. Lo saludó con una larga cambiada de rodillas y lo cuajó después a la verónica y por chicuelinas. No bajó el ritmo: galleo por chicuelinas, un quite de oro que encendió la plaza y, ya en la muleta, faena de mano baja y compás abierto, alternando el temple con la garra. Cuando el toro decayó, se pegó un arrimón de rodillas que fue un auténtico aldabonazo. La estocada, aunque desprendida, fue suficiente para que el público pidiera y el palco concediera dos orejas unánimes.
Con el quinto Ismael hizo de todo y además bajo la lluvia más pertinaz. Después de encandilar de nuevo en el tercio de banderillas, lo intentó por ambos pitones, se puso por encima de las condiciones del toro y tiró de oficio y entrega. El público, agradecido, pidió con fuerza la oreja, pero el presidente no atendió la petición. El joven saludó desde el tercio.

El toreo maduro de Marco Pérez
El tercer toro, de Olga Jiménez, resultó incierto y acabó desarrollando mucho sentido. Tras una voltereta que heló la plaza y que pareció inicialmente que le dejaba tocado, Marco Pérez se repuso con valor frío y cabeza clara, imponiéndose a las dificultades con toreo serio y asentado. Venció también al viento, ligó muletazos de mérito y tras una estocada cortó una oreja que supo a triunfo.
Pero lo mejor de la tarde llegó con el sexto, y hasta la lluvia cesó para que todos lo pudieran disfrutar. El toro de más cuajo y remate de la corrida, que salió con boyantía. Marco lo saludó en la porta gayola con una larga cambiada que ya encendió los tendidos.
De rodillas comenzó la faena de muleta, toreando en redondo con hondura, planta firme y el cuerpo relajado. Por la derecha exprimió al toro con largura, y al natural mostró un temple y un trazo que levantaron olés profundos. El toro se rajó al final, y Marco, inteligente, se inventó circulares invertidos antes de rematar con unas luquecinas de alta escuela. El volapié fue inapelable. Dos orejas y puerta grande para el salmantino.

La conclusión fue clara: la juventud arrolló con su empuje y abrió de par en par la puerta grande de Salamanca. La tarde dejó el contraste entre la decepción del maestro y el ímpetu de los más jóvenes, que se ganaron a pulso el reconocimiento de la afición en una jornada de entrega, emoción y toreo verdadero.
También repiten los toros José Escolar, cuya finca principal está en Ávila aunque su origen familiar y profesional está ligado a Salamanca
El evento ha reconocido a varios diestros como Domingo López Chaves, 'El Capea', Javier Castaño o Ismael Martín, entre otros
Ambas partes lo han hecho de mutuo acuerdo y "manteniendo la relación personal que les ha unido durante las últimas temporadas








