Sara Cuadrado-Castaño inaugurará el próximo lunes, 8 de septiembre, las ferias y fiestas de la ciudad. Sara estudió en la Usal, se doctoró en el Centro de Investigación del Cáncer, trabaja desde hace años en el hospital Monte Sinai de Nueva York y lidera la empresa Virofend, en la que aplica sus conocimientos como investigadora contra el cáncer.

- ¿Cómo recuerdas la petición para ser pregonera?

- Es una historia curiosa. El alcalde se puso en contacto conmigo para darme una noticia tan inesperada y emocionante. El dia que me llamaron desde el Ayuntamiento estaba en EEUU y a la hora era muy temprana, en torno a las 6-7 de la mañana. Yo me despierto a esas horas. Soy muy madrugadora. Vi un teléfono español, que no era de mi familia… Era de protocolo del Ayuntamiento, para indicarme que el alcalde quería hablar unos minutos y claro, le dije que sí. Carlos (García Carbayo, el alcalde), que es muy cercano y muy humano, me comentó que la elección de los pregoneros se hace en una comisión con políticos, representantes de la sociedad... y que se año se había comentado ni nombre, que lo habían votado de forma unánime y que esperaba que no les dijera que no. Fue muy emocionante. Estaba en shock.

- ¿Lo esperabas? 

- No lo esperaba. Es un orgullo tan grande que la sociedad de Salamanca me haya considerado para representar a todos los charros en este día... Entre risas de los nervios y de la emoción evidentemente dije que sería un placer y un orgullo poder estar aquí.

- Vamos, que no te lo pensaste mucho...

- El sí fue inmediato. Soy charra de nacimiento, entiendo la responsabilidad y la representación que este acto tiene en la sociedad de Salamanca y la ilusión de tener que venir. Últimamente vengo mucho más por la empresa, pero desde que me fui a EEUU no he podido disfrutarlas en estos años. No tuve duda en el momento de responder que claro que quería. Pero al colgar el teléfono, te caen encima el peso, la responsabilidad... y piensas que vas a estar ahí y tener esa responsabilidad. Es muy emocionante.

Llame a la familia enseguida. Están todos entusiasmados. Estamos muy orgullosos de nuestros orígenes, de nuestra ciudad... de lo que representa para España y e mundo. Es uno de los honores más grandes de mi vida.

Salamanca es una ciudad comprometida con ser referente en este momento no sólo de parte humanitaria, que es una referencia de siempre, sino de la revolución tecnológica y biomédica que se ha forjado muchos años 

- ¿Ya tienes preparado el pregón?

- Es un pregón en el que quiero transmitir lo que Salamanca significa y ha significado para mí, no sólo como salmantina sino como científica y como empresaria. Y cómo he visto a Salamanca desde fuera y como veo la de ahora. Hemos sido referencia 2.300 años de conocimiento, de lucha, de inspiración, de ciencia… y mucha ciencia ligada a las humanidades, la teología, el ser humano emocional. Salamanca ahora mismo ha trabajado mucho. Hay una revolución de la ciencia médica, de la ingeniería, de la IA… de esa ciencia que mueve el mundo, que las personas tengan mejor calidad de vida y es una ciudad comprometida con el futuro, de volver a avanzar y de ser referente en este momento, no sólo de parte humanitaria, que es una referencia de siempre, sino de revolución tecnológica y biomédica que se ha forjado muchos años y ahora está en ese momento en que se consolida. Es otra vez un momento de innovación y de avance de la sociedad y de la humanidad desde la ciencia.

- ¿Cómo recuerdas las fiestas de Salamanca, cuando las podías disfrutar?

- En 47 años de vida las he vivido dese distintos momentos. En la niñez las fiestas eran la ilusión del año, porque era no solo el final del verano, eran las ferias y los cacharros, el algodón de azúcar, el añusgarme con las palomitas de colores, bajar al recinto ferial a ver los animales, aunque yo tengo mucha raíz en pueblo y me he criado muchos años con mis abuelos. También ver los fuegos artificiales, que me alucinaban siempre, para ver si tenían algo mas creativo… o correr delante de los cabezudos y disfrutar con mis hermanos de la alegría de bajar a los conciertos con mis padres y volver todos dormidos de correr por todos los lados.

Las fiestas en fase adulta eran una reconexión con los amigos, los compañeros de tesis, contar historias en las casetas... de hecho trabajé en las casetas el primer año de la Feria de Día

En fase adulta eran una reconexión con los amigos de la universidad y los compañeros de tesis, regresar de los destino de verano, contar historias en las casetas… de hecho trabajé en casetas el primer año de la Feria de Día. Las ha visto desde los dos lados. Eran esos puntos de reunión de la calle. Las fiestas eran como nuestro años nuevo, porque empezaba de nuevo el curso.

Los charros, por orgullo de pertenencia y lo que Salamanca representa, eso nos llama y nos obliga a regresar de vez en cuando para recordarnos quiénes somos, de dónde venimos y nuestras raíces de 2.300 años

-¿Y ahora, en la actualidad?

Y ahora al verlas desde fuera, con añoranza. Se echan de menos esos momento de comunidad, congregarnos y reencontrarnos. Mi generación, muchos nos marchamos a trabajar o a seguir con carrera, así que volver a las fiestas era volver, como decía fray Luis, a ese ‘decíamos ayer’, es como si no te hubieras ido. Tienen un sentido de arraigo, de paz y de pertenencia. No todas las ciudades lo tienen. Es una de las razonas de la envidia sana que nos pueden tener. Los charros, por orgullo de pertenencia y lo que Salamanca representa, eso nos llama y nos obliga a regresar de vez en cuando para recordarnos quiénes somos, de dónde venimos y nuestras raíces de 2.300 años. A veces no nos damos cuenta, pero Salamanca ha dado pasos que han marcado cómo el mundo es ahora y eso es una pasada.

- Entre 2009 y 2023 fueron pregoneras cuatro mujeres vinculadas con diversos camops del conocimiento: Maribel González, psicóloga y entonces directora del CRE; Mar Siles, doctora en Farmacia y responsable del Irnasa; la entonces rectora de la UPSA y doctora en Derecho, Miriam Cortés; y la hematóloga e investigadora María Victoria Mateos. Ahora es tu turno. ¿Cómo valoras que en 16 años haya cinco pregoneras en Salamanca relacionadas con la universidad y la ciencia?

- Es un reflejo de esa parte más relacionada con la ciencia biomédica y para el avance de la medicina que se ha ido creando en la ciudad. Ha contado y contará siempre con una comunidad científica, de centros de investigación y de formación extraordinarias y parte de ello es representado por mujeres valientes, en un campo de trabajo que ha sido siempre ocupado por hombres. El hecho de que sean cinco mujeres de ciencia hace ver a la sociedad lo que antes parecía imposible, que tuvieran una formación y una representación tan significativa. Este es el producto conseguido gracias a la formación y al apoyo institucional que se ha dado a la ciencia. Impresiona mucho. Espero que este mensaje le llegue a todas esas jóvenes salmantinas con inquietudes por investigar y de ayudar de forma diferente a la gente y que vean que con el esfuerzo, el ambiente y la formación de Salamanca se puede llegar y hacer cosas importante y ayudar a la sociedad. En mi caso, a los pacientes oncológicos, a los que he dedicado mi vida, a ayudar a superar la enfermedad y poder vivir con ella condignidad y con esperanza.

- ¿Qué dice esto de la sociedad salmantina?

- Mis predecesores han ido abriendo las puertas para que las mujeres de ciencia tengamos un reconocimiento como los hombres y ese trabajo ayuda a que personas como yo podamos tener esta visibilidad, pero sin una sociedad y una comunidad de ciencia que tenga ese apoyo institucional y ese reconocimiento a esas mujeres, no habría esa coincidencia. Es labor de todos y desde luego dice mucho de la forma de pensar y de ver el futuro de Salamanca como ciudad y como comunidad y centro de referencia del saber.