Unionistas de Salamanca afronta este domingo 24 de agosto (19:30 horas) la final de la fase regional de la Copa Federación frente al Zamora CF, un encuentro que se disputará en el Estadio Luciano Rubio de Benavente debido a las obras de césped en el Ruta de la Plata.

El conjunto blanquinegro llega con la motivación de medir fuerzas ante un rival que se ha reforzado con ambición y que parte como favorito. Sin embargo, tras la derrota del viernes en el Memorial UDS (2-5 ante el Mérida), el partido se presenta como una oportunidad de redención y, sobre todo, como un test definitivo antes del arranque de la temporada en Primera Federación.

El principal objetivo de Oriol Riera será ajustar la defensa y corregir los errores propios que castigaron al equipo frente al conjunto emeritense, conscientes de que un adversario como el Zamora no suele perdonar.

Además, todo apunta a que el técnico apostará por un once muy cercano al del debut liguero, aprovechando la exigencia del encuentro para calibrar el nivel competitivo de su plantilla. Con las únicas ausencias de los lesionados Piñán y Stefan, Unionistas viaja con toda su artillería disponible para intentar levantar el primer título del curso.

El Zamora CF llega como favorito sobre el papel: juega como local y se ha reforzado con una plantilla de nivel tras una fuerte inversión por parte de la propiedad. Su pretemporada ha sido sólida y convincente, mostrando un equipo con poder ofensivo y alternativas en ataque.

Afronta la final con dos dudas importantes: la ausencia confirmada de Jarislava, su delantero estrella, lesionado en el tobillo izquierdo, y la incógnita de Carbonell, que arrastra molestias musculares. En este contexto, todo apunta a que Farrell será la gran referencia ofensiva de los zamoranos.

Con un bloque renovado y en crecimiento, el Zamora se perfila como un rival exigente, ideal para calibrar la capacidad competitiva de Unionistas antes del debut liguero.