Vega de Tirados es un pueblo volcado con su patrimonio. Los vecinos, encabezados por su alcalde y miembros de la Corporación, se han unido en una iniciativa comunitaria para rehabilitar y pintar la fachada de su iglesia, un gesto de compromiso con el patrimonio local y de colaboración desinteresada que está transformando el templo en símbolo de identidad y orgullo colectivo. 

Para ello, el Ayuntamiento, en colaboración con la parroquia, ha puesto en marcha una actividad de voluntariado con el objetivo de recuperar y mantener un edificio que es un bien patrimonial de todo el pueblo. Durante tres sábados, los vecinos que lo deseen pueden disfrutar de una jornada de convivencia y trabajo para sanear, limpiar y pintar la fachada del templo.

"Hace más o menos un año, con los trabajadores del programa Eltur, desarrollamos un programa que no solo actuó en edificios municipales, sino que también trabajó en la iglesia porque no deja de ser un bien patrimonial del pueblo, aunque la titularidad sea de la Iglesia. En estas actuaciones, que se realizaron a raíz de la llegada del nuevo párroco, Casimiro Muñoz, empezamos con actuando en los bancos y en el pintado interior. Para seguir recuperando el templo decidimos poner en marcha un programa de voluntariado porque ahora se cumplen 30 años del último voluntariado de estas características, que también pintó la fachada en torno a 1995", cuenta el alcalde de la localidad, Javier Calvo.

Es el Ayuntamiento quien costea los materiales necesarios y son los vecinos los que se encargan de realizar los trabajos. La primera de estas tres jornadas tuvo lugar este sábado y ha contado con la participación de un total de once personas, aunque se espera que para la próxima sesión, que será este sábado 2 de agosto, la cifra llegue a duplicarse.

Gracias a estos trabajos se acometerá la pintura de la fachada, la limpieza y pintura del campanario, se mejorará la cancela de acceso y se realizará el cambio de luminarias interiores. "Nuestro objetivo es que esta iniciativa pueda continuar en el futuro con otras actuaciones como la sustitución de los cristales, que están muy deteriorados, o la pintura interior, para ir recuperando poco a poco la iglesia", cuenta el regidor.

Y es que la iglesia de Vega de Tirados es particular porque en los últimos cien años ha sido reconstruida dos veces: "una vez se quemó y la otra se derrumbó, por eso queremos mantnerr y recuperar nuestro templo". Además, "alberga un mural enorme de Jerónimo Prieto de los años 80 que es uno de los bienes patrimoniales del pueblo", explica el alcalde.

Durante la primera jornada de trabajo se ha limpiado la fachada frontal y la sacristía y se ha arreglado el tejadillo del portadillo. Ahora, a lo largo de la semana y con maquinaria específica se avanzará en algunos trabajos para que el próximo fin de semana los voluntarios se encarguen de la pintura y, el último sábado de esta iniciativa, se acometa la limpieza de todo el entorno.

Todo ello para recuperar y mantener en buen estado el patrimonio del pueblo. La rehabilitación de la iglesia no es solo una cuestión de pintura y andamios, sino de compromiso, de memoria compartida y de futuro. Lo que empezó como una iniciativa vecinal se ha convertido en un ejemplo de cómo la unión y el esfuerzo colectivo pueden rescatar no solo un edificio, sino también el espíritu de una comunidad que cree en lo que la une. Porque cuando un pueblo cuida su historia, también construye su identidad.