La Virgen del Carmen vuelve a las calles de Salamanca

Una talla con historia, arte y devoción recorre el entorno de la Magdalena acompañada por la Banda de Alba de Tormes

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Fotos: Aragüele
El autor esTeresa Sánchez
Teresa Sánchez
Lectura estimada: 2 min.
Última actualización: 

En la tarde de este sábado, la Virgen del Carmen ha vuelto a recorrer en procesión las calles adyacentes a la iglesia de Santa María Magdalena, centro espiritual de los Carmelitas Descalzos en Salamanca. Lo ha hecho sobre un nuevo paso, solemne y decorado con mimo, acompañada por los sones de la Banda de Música de Alba de Tormes y envuelta en un ambiente de fervor y recogimiento.

La imagen que ha salido a la calle es una talla representativa del barroco religioso, realizada en 1970 en talleres valencianos y donada a la comunidad carmelita, que la acoge cada año como signo de su espiritualidad mariana. Aunque más moderna, esta imagen responde a una iconografía tradicional: María con el Niño en el brazo izquierdo, mostrando el escapulario como signo de gracia y protección, fiel a la visión transmitida por San Simón Stock en 1251.

Ataviada con el hábito marrón carmelita y un manto blanco de bordes dorados y motivos florales, la Virgen porta sandalias descalzas, distintivo de humildad, y se alza sobre un globo terráqueo rodeado de nubes, en clara alusión a su papel mediador entre el cielo y la tierra. El Niño Jesús, con una impronta casi independiente, bendice al pueblo fiel con los brazos abiertos, recordando las características dinámicas del estilo barroco.

La talla recuerda en muchos aspectos a la imponente imagen del camarín, obra del escultor Francisco Font, autor también de otras Vírgenes del Carmen repartidas por España, como las de Santander y Valladolid. Detalles como el quiebro de la pierna derecha, el movimiento de los pliegues o la expresión del Niño sugieren la influencia de este escultor catalán incluso en la imagen procesional.

La procesión de este sábado se enmarca en los actos previos al 16 de julio, fiesta grande de Nuestra Señora del Carmen. Desde su capilla conventual en la calle Zamora, la Virgen ha salido, como cada año, al encuentro de sus devotos, entre rezos y emociones compartidas, testimonio vivo de una tradición que sigue latiendo en el corazón de Salamanca.

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