La Universidad de Salamanca ha rendido homenaje a dos de sus formaciones musicales más emblemáticas: el Coro Universitario y el Coro de Cámara. En un acto solemne presidido por el rector, Juan Manuel Corchado, ambas agrupaciones recibieron la Medalla de la USAL, la máxima distinción institucional, como reconocimiento a su trayectoria, su labor artística y su contribución al patrimonio cultural de la universidad.

Acompañaron al rector en el acto Rosario Arévalo Arévalo, vicerrectora de Ordenación Académica y Profesorado; Matilde Olarte Martínez, vicerrectora de Cultura, Patrimonio, Sostenibilidad y Desarrollo de Campus; y Alfredo Ávila de la Torre, secretario general de la Universidad. La entrega tuvo lugar en un ambiente cargado de gratitud, tanto por parte de las autoridades académicas como de los integrantes de las formaciones homenajeadas.

El Coro Universitario de la USAL, tal como se recoge en la página de la Unidad de Música, es una agrupación abierta que fomenta la formación musical, vocal y teórica de sus miembros. Su repertorio abarca obras corales avanzadas de distintos periodos históricos, y constituye un espacio integrador para la comunidad universitaria.

Por su parte, el Coro de Cámara, fundado en 1984 por antiguos miembros del Coro Universitario, se ha especializado en la interpretación de polifonía ibérica de los siglos XV al XVIII. Su perfil más técnico y especializado lo ha llevado a participar en numerosos ciclos de música antigua, así como a grabar discos con RTVE y Movieplay. Además, ha colaborado con orquestas y conjuntos de renombre nacional e internacional, consolidándose como un referente en la interpretación de música vocal antigua.

La Medalla de la Universidad de Salamanca se concede a propuesta del rector, previa aprobación del Consejo de Gobierno, y distingue a personas o entidades por sus aportaciones relevantes a la vida universitaria o a la sociedad. En esta ocasión, el reconocimiento subraya el papel esencial que estas dos agrupaciones corales han desempeñado en la vida cultural de la universidad, manteniendo viva una tradición musical de excelencia y compromiso.

Durante su intervención, en un abarrotado Paraninfo, el rector elogió las figuras de Jesús García-Bernalt, "músico sabio, generoso y entusiasta", fundador del Coro Universitario en 1950, y de su hijo Bernardo García-Bernalt, director del Coro de Cámara desde su fundación y del Coro Universitario desde 1990, que logró "una etapa de madurez y de excelencia, marcada por el rigor, la apertura y la sensibilidad artística".

Dos generaciones de músicos que han dado continuidad al legado musical en el Estudio salmantino que se remonta al siglo XIII con la creación de la cátedra de Música, fundada por Alfonso X en 1252.  De esta forma, durante siglos, recordó Corchado, el canto formó parte "no solo de las enseñanzas, sino de la vida misma de la Universidad: en sus ceremonias, en sus colegios mayores, en sus rituales cotidianos. La documentación nos habla de partituras, de órganos, de libros de canto, de instrumentos musicales… La música estaba presente en la vida diaria de los colegiales, en cada ceremonia de la capilla universitaria, en cada grado solemne".

Tras la entrega de la máxima distinción que otorga el ocho veces centenario Estudio al Coro Universitario y al Coro de Cámara, su director, Bernardo García-Bernalt, agradeció este reconocimiento en nombre de las "generaciones de coralistas que han entregado su tiempo, su entusiasmo y su talento a lo largo de tres cuartos de siglo".

"Que la Universidad haya decidido honrar así a sus dos coros es un gesto que nos conmueve profundamente. No solo por el reconocimiento en sí, sino también porque implica una mirada lúcida y generosa hacia una actividad tan paradójicamente silenciosa como constante. La música coral se construye con la materia humilde del tiempo, del esfuerzo compartido, de la escucha mutua. Se hace, como tantas cosas valiosas, con naturalidad, anteponiendo lo colectivo a lo individual y siempre desde la convicción de que el arte, aunque sea de modo casi invisible, transforma", indicó.

García-Bernalt aprovechó su intervención para solicitar el apoyo a estas agrupaciones, porque reforzar los coros "es cuidar la vida universitaria en su dimensión más rica y más humana".

Máxima distinción del Estudio

Con esta distinción, la Universidad de Salamanca no solo honra el pasado y el presente de sus coros, sino que también proyecta su compromiso con la cultura hacia el futuro, en el convencimiento de que la música seguirá siendo una expresión fundamental del espíritu universitario.