Cada vez son más los jóvenes de Salamanca que no pueden abandonar el hogar familiar, según refleja el último Informe de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, que sitúa la tasa de emancipación juvenil en Castilla y León en apenas un 14,4% durante el primer semestre de 2024. Esta cifra supone un descenso de tres décimas respecto al periodo anterior y confirma una tendencia sostenida pero estancada, especialmente en provincias como Salamanca.

Tal y como subrayó la presidenta del Consejo de la Juventud de Castilla y León, Sandra Ámez, durante la presentación del informe en Valladolid, Salamanca representa una de las zonas más tensionadas en cuanto al acceso a la vivienda, debido a la presión universitaria, que eleva los precios del alquiler. Esto empuja a muchos jóvenes a compartir piso con desconocidos o a destinar un porcentaje desorbitado de su sueldo mensual al alojamiento.

Según el informe, el precio del alquiler ha subido un 4,5%, mientras que el acceso a una vivienda en propiedad con hipoteca exige casi ocho años de salario neto anual. Esto, sumado a una tasa de empleo juvenil del 39,2%, una temporalidad del 37,1% y una sobrecualificación que afecta al 38,8%, dibuja un panorama especialmente difícil para la juventud salmantina.

Una propuesta para frenar el 'sobreesfuerzo habitacional'

Frente a esta situación, el Consejo de la Juventud ha planteado la creación de un fondo autonómico de compensación que permita a los jóvenes no destinar más del 30% de sus ingresos a la vivienda. Ámez ha explicado que regular el precio del alquiler es muy complejo, pero que las administraciones sí pueden crear líneas de ayuda directa para evitar que la emancipación sea un lujo.

¿Formación equivocada para el mercado salmantino?

Otro de los puntos críticos señalados en el informe es el modelo educativo. Desde el Consejo se reclama una revisión del sistema actual, adaptándolo a las necesidades reales del mercado laboral. "En Castilla y León puede que hoy se demande más un electricista o un fontanero que un abogado o un economista", apuntó Ámez, insistiendo en la necesidad de romper el estigma de la FP frente a los estudios universitarios, especialmente en ciudades como Salamanca donde la formación superior acapara gran parte de la oferta.

El derecho al ocio y la presión del 'nido lleno'

Ámez también ha querido desmontar el argumento habitual de que los jóvenes deberían "apretarse el cinturón" para poder emanciparse, considerando este planteamiento como "anticuado". "El ocio también es un derecho y las familias están resignadas a seguir sustentando a sus hijos. Les encantaría tener el nido vacío, pero saben que no pueden", concluyó.

En resumen, el informe confirma que Salamanca, pese a su carácter universitario y dinamismo cultural, no escapa a la precariedad que impide a los jóvenes iniciar su proyecto vital, enfrentándose a un mercado laboral limitado y a un acceso a la vivienda cada vez más inaccesible.