El monasterio salmantino de las Oblatas de Cristo Sacerdote anuncia su cierre.

El último acto en nuestra ciudad será la celebración de la solemnidad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote este jueves a las 19:00 horas en el Monasterio de Santa María de la Vega, en la avenida de Maristas. El obispo de Salamanca, José Luis Retana, presidirá la celebración. Después de 75 años en Salamanca, las integrantes de la comunidad serán enviadas a otros monasterios de la congregación. 

Según recoge el Servicio Diocesano de Comunicación Social, "desde 1949, las Oblatas de Cristo Sacerdote han mantenido en la diócesis una presencia silenciosa y fiel, dedicadas especialmente a orar por los sacerdotes y por las vocaciones sacerdotales. Así lo recordaba la Madre Benita, OCS, superiora de la comunidad, en la carta enviada con motivo de esta celebración: 'Será una ocasión de rezar juntos por los sacerdotes y la Iglesia, y para nosotras, una ocasión preciosa de agradecerles todo lo que hemos recibido de cada uno de ustedes en los 75 años que hemos estado en la diócesis'". 

En su día a día, la comunidad de vida contemplativa "ha mantenido el ritmo de oración continua ante el Santísimo, el rezo de la Liturgia de las Horas, la celebración diaria de la Eucaristía y el canto gregoriano, que entonan cada noche en las Completas y los domingos en la misa".

Las oblatas llegaron a Salamanca once años después de la fundación de la congregación en Madrid, impulsada por la madre María del Carmen Hidalgo de Caviedes. Fue, de hecho, la primera congregación abierta fuera de la capital, en lo que en aquel entonces eran prácticamente el extrarradio de Salamanca (la avenida de Maristas). Ahora, siguen la senda de tantos conventos y monasterios, abocados al cierre. 

A lo largo de los últimos años han cerrado varias congregaciones en Salamanca, como las Claras o las Úrsulas.