España-Uruguay o Inglaterra-Croacia son algunos de los duelos de especial interés que dejan los 12 grupos iniciales del torneo
Alcaraz-Sinner: El futuro ya está aquí en la final de Roland Garros
Dos talentos nacidos en el siglo XXI protagonizan una final histórica que simboliza el relevo generacional en el tenis
El futuro del tenis ha dejado de ser promesa: se convierte en presente este domingo en Roland Garros. Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, los dos jugadores que lideran la nueva era del circuito, disputan la final más simbólica de los últimos años. Por primera vez, dos tenistas nacidos en el siglo XXI se enfrentarán por un título de Grand Slam, un duelo que marca un antes y un después en la historia reciente del tenis mundial.
Ambos llegan a la Philippe Chatrier en momentos de plenitud, aunque por caminos distintos. Sinner, convertido ya en número 1 del mundo, ha sido una apisonadora en París: no ha perdido un solo set, ha cedido apenas 53 juegos en todo el torneo y despachó en semifinales al vigente campeón Novak Djokovic con una autoridad que parece anunciar un cambio de ciclo definitivo. En su primera final en la capital francesa, el italiano quiere cerrar el círculo que comenzó en Melbourne, donde conquistó el Abierto de Australia antes de sufrir una breve pero polémica sanción por dopaje.
Alcaraz, por su parte, representa otra forma de dominar. Menos regular, más emocional, el español ha vivido un 2024 marcado por altibajos físicos y una recuperación progresiva de su mejor versión. Fue en la temporada de tierra donde volvió a ser él mismo: campeón en Montecarlo y Roma, y finalista en Barcelona. En Roland Garros, aunque ha perdido cuatro sets y ha pasado más tiempo en pista que Sinner, ha demostrado una capacidad de sufrimiento y superación que lo mantiene como uno de los mayores competidores del circuito.
Será el duodécimo enfrentamiento entre ambos, con ligera ventaja para el murciano (7-4), que ha ganado las últimas cuatro veces, incluidas dos finales y un duelo reciente en la capital italiana. En tierra batida también domina Alcaraz (2-1), y ya sabe lo que es levantar el trofeo en París, algo que Sinner aún tiene pendiente.
El tenis ya mira hacia adelante. Sin Federer, con Nadal cerca del adiós y Djokovic sintiendo el desgaste de los años, el trono queda oficialmente disputado entre estos dos gigantes del presente. París, el templo de la tierra batida, será el escenario del nuevo clásico del siglo XXI.








