"Con esta novela quería cumplir un reto: llevar al lector y los crímenes a la puerta de casa"

El escritor Tomás García Merino presenta el viernes en la librería Víctor Jara su última obra, 'Sentir el viento', ambientada en Salamanca y el sur de la provincia

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"Con esta novela quería cumplir un reto: llevar al lector y los crímenes a la puerta de casa"
Tomás García Merino.
El autor esDaniel Bajo Peña
Daniel Bajo Peña
Lectura estimada: 4 min.

Tomás García Merino se prejubiló como empleado de banca en Béjar en el año 2019. Había hecho sus pinitos con el relato corto, así que con mucho tiempo libre por delante, se inscribió en un taller de escritura creativa y vio que aquello se le daba bien. El resultado: cuatro novelas en seis años. Presentó la última, 'Sentir el viento', en la pasada Feria del Libro de Salamanca y hablará de ella este viernes a las 19:30 en la librería Víctor Jara.

 

- ¿Qué puedes contarnos de 'Sentir el viento?

- Es mi cuarta novela, la primera de genero novela negra. Hasta ahora las anteriores no iban por estos estilos. Es una novela que se desarrolla en Salamanca, Béjar, Mogarraz, Candelario...  en la época actual. Comienza en 2022, en el festival de blues de Béjar, donde una joven salmantina desaparece. A partir de ahí comienza la historia. Tiene muchos reflejos de lo que es vida actual de Salamanca. El lector se verá paseando de la mano de los personajes de la novela. Es algo que está atrayendo a lectores. La cercanía y la forma en la que está contada la historia es lo que les va a atraer.

- ¿Qué opiniones te han trasladado tus lectores?

- Las tres novelas anteriores eran novelas realistas. La primera se ambientaba en 1947, en la posguerra en Béjar, era totalmente distinta a ésta. Me ha sorprendido mucho porque llevaba pocos días a la venta y muchos lectores me han escrito diciendo que no han podido parar de leerla. Yo soy muy lector de novela negra. He leído todo tipo de autores y estilos, nórdica, inglesa... y lo que busco es eso, atrapar al lector y que quiera saber qué pasará y cómo se va a solucionar. Y eso me transmitían, que no habían podido parar y la habían leído del tirón. La mayor dificultad con las otras novelas era la argumentación, la investigación de entornos, transportes… y con ésta ha sido que la trama y las subtramas quedasen bien hiladas y no defraudasen. El lector de novela negra, cuando ve algo que no cuadra, se desmoraliza. Es lo que más me ha costado, pero por lo que me dicen lo he conseguido. De momento la gente está muy contenta.

- ¿Es difícil cambiar de registro, pasar del género realista a la novela negra? ¿Cómo se gestiona?

- Al final en un tipo de novela y otra lo más importante son los personajes y lo que les sucede. Las tras novelas anteriores tenían también personajes con conflictos, pasaban cosas… Me costó adaptarme al principio, pero enseguida le cogí el gusto. Es en la que más he trabajado. La he releído, la he corregido, he tenido más 'lectores cero' que se han implicado... lo necesitaba, que fluyese y que no quedase nada colgado. No cuento todo, porque quedan cosas para que cada lector construya su novela, pero todo dentro de unas normas mínimas.

- Has escrito cuatro novelas en seis años... 

- Trabajaba en la banca y en 2019 me prejubilaron con un ERE. Desde ahí tuve bastante más tiempo. Me gustaba leer, había escrito relatos cortos… y como tenía tiempo, me apunté al taller de escritura creativa de Raúl Vacas, en la Casa de la Conchas. Ahí fue donde vi que lo que escribía podía interesar. Empecé a soltarme y salió el primer proyecto, 'Un claro en el bosque', con un crowdfunding en libros.com y tiré para adelante. Las ideas me van fluyendo y esta he tardado un poco más porque me decían que tenía que dejar descansar un poco a los libros y por el trabajo que me ha requerido. Las ideas surgen, escribo mucho microrrelato, he ganado algunos premios… y eso te va animando y obligando a escribir y a tener la mente pensando.

- Estamos habituados a la novela negra en países nórdicos, EEUU... en España hay trabajos ambientadas en País Vasco, Galicia... ¿Salamanca puede ser un buen escenario para una novela negra?

- Cualquier sitio es propicio para una novela negra. Puedes salir al portal a por el pan y al lado, en casa del vecino, pueden estar ocurriendo cosas increíbles. Es lo que se ve en la tele, cuando pasa algo y salen diciendo que 'parecía majo', pues puede pasar en la novela. Además, es una zona que conozco bien. Me cuesta menos escribir sobre ella y llega mejor al lector. Y quería cumplir un poco con un reto: llevar al lector y los crímenes a la puerta de casa, que cuando te sientes en una terraza pienses 'aquí pasó lo que decía Tomás en la novela, aquí estuvo el personaje...', esas cosas. Muchos lectores me han dicho que se han visto reflejados y eso quería, acercar al lector a esa novela negra 'doméstica', no tener que ir al ordenador a ver dónde está tal sitio o tal ciudad. Hay gente que lo ha leído y ha dicho que le ha recordado esos paseos por la ciudad.

- Y en la actualidad. Las novelas ubicadas en Salamanca suelen estar ambientadas en otras épocas, como el Siglo de Oro, la guerra o la posguerra...

- Está el buen ejemplo de Jambrina, que es maravilloso y sitúa la novela de Unamuno en esa época. Quería dar un paso, hacerlo en una época que no se ve tanto e intentar hacer algo que valga la pena, y por lo que estoy recibiendo, está gustando.

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